El luto por Isabel II y la agenda del nuevo rey

Foto: Reuters
El Reino Unido llora la muerte de Isabel II: a sus 96 años, fue la monarca más longeva con un reinado de 70 años. Debido a la importancia de su figura, el Gobierno Británico ha declarado que el luto por la reina dure 7 días, luego de su funeral. También se ha definido parte de la agenda de Carlos III, el nuevo rey.
El periodo de luto que finalizará el séptimo día después del funeral de la reina Isabel.
También se publicó una "guía de luto nacional". En el documento se incluye información sobre los viajes y otros servicios públicos y comerciales. Las banderas de las residencias reales permanecerán a media asta.
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Sin embargo, se aclara que no había obligación de cancelar o posponer eventos y encuentros deportivos o cerrar lugares de entretenimiento durante este tiempo, añadiendo que quedaba a discreción de cada organización.
Las primeras palabras de Carlos como rey
El rey Carlos se dirigirá el viernes por la tarde a una nación de luto tras la muerte de su madre y figura emblemática de Reino Unido. Carlos la sucedió automáticamente y dijo que la muerte era un momento de gran tristeza para él y su familia.
"Lloramos profundamente el fallecimiento de una apreciada Soberana y una madre muy querida. Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, en los reinos y en la Commonwealth y por innumerables personas en todo el mundo", dijo el monarca de 73 años en un comunicado.

Está previsto que se reúna con la primera ministra, Liz Truss, antes de dirigirse al país. También habrá salvas de honor.Charles y Camila se dirigen a Londres. Foto: Reuters.
"La muerte de Su Majestad la Reina es una enorme conmoción para la nación y para el mundo", dijo Truss a la salida de su despacho de Downing Street, donde se arrió la bandera, como las de los palacios reales y edificios gubernamentales de todo Reino Unido.
Los sindicatos cancelaron las huelgas previstas y la cadena nacional de televisión BBC dijo que "en señal de respeto" había suspendido sus conciertos restantes de los "Proms", un festival musical cuyo final debía tener lugar el sábado.