Gran valor simbólico y estético: 3 flores japonesas para cultivar en invierno y tener un jardín de ensueño

Estas plantas no solo se destacan por su apariencia, sino también por el simbolismo que cargan: evocan elegancia, fuerza interior y la belleza fugaz de la naturaleza.
Flor de cerezo. Foto Unsplash
Flor de cerezo. Foto Unsplash

Incorporar especies de flores de otros rincones del mundo puede renovar por completo el estilo de un jardín. En especial, algunas plantas tradicionales de Japón combinan una belleza delicada con una sorprendente capacidad de adaptarse al clima latinoamericano. Además, si se plantan durante el invierno, se podrá disfrutar de su máximo esplendor en primavera.

Estas flores no solo se destacan por su apariencia, sino también por el simbolismo que cargan: evocan elegancia, fuerza interior y la belleza fugaz de la naturaleza. Sembrarlas en esta temporada es ideal, ya que muchas de ellas crecen bien durante los meses fríos y florecen apenas sube la temperatura.

El asombroso florecer de los millones de lirios arañas en Japón. Video: Viory.

Entre las favoritas para sumar al jardín están:

  • Ume (flor de ciruelo japonés): sorprende con sus flores incluso en pleno invierno.
  • Tsubaki (camelia): perfecta para climas fríos y suelos bien nutridos.
  • Sakura (flor de cerezo): uno de los emblemas más queridos de la cultura japonesa.

Flor de ciruelo japonés (Ume)

La Ume es una de las primeras en florecer cuando el resto del jardín todavía parece dormido. Esta flor, que representa la esperanza y los nuevos comienzos, se adelanta al calendario y aporta color en pleno invierno. Su resistencia al frío la hace ideal para regiones de clima fresco, como muchas zonas de Argentina.

Flor de ciruelo. Foto Unsplash
Flor de ciruelo. Foto Unsplash

Camelia (Tsubaki)

Si buscás flores en los meses fríos, la camelia es una gran aliada. Con sus pétalos grandes y elegantes, comienza a florecer a fines del invierno y puede mantenerse hasta bien entrada la primavera. Es una planta que no requiere demasiados cuidados, aunque agradece un suelo rico en nutrientes y algo de protección en las heladas más intensas.

Flor Camelia. Foto Unsplash
Flor Camelia. Foto Unsplash

Flor de cerezo (Sakura)

De todas las flores japonesas, la Sakura es sin dudas la más emblemática. Su floración, aunque breve, crea un espectáculo visual único: los pétalos caen como una nevada suave, en un fenómeno conocido como hanafubuki. Cultivarla exige tiempo, espacio y cierta dedicación, pero el resultado es tan impactante como inolvidable.

Flor de cerezo. Foto Unsplash
Flor de cerezo. Foto Unsplash

Gracias a su capacidad de adaptación al clima de gran parte de Latinoamérica, estas tres especies se convierten en una excelente opción para quienes disfrutan de la jardinería y buscan salir de lo habitual. Incorporar flores japonesas al jardín es una forma de sumar belleza sutil y conectar con una tradición ancestral que celebra la armonía y lo efímero.