Según un estudio universitario, acariciar un perro mejora la salud física y emocional: las razones

Convivir con un perro trae múltiples beneficios a la salud y fue demostrado en un estudio realizado por investigadores de las Universidades de Florida, Carroll y Marquette.
Acariciar a un perro reduce el cortisol, hormona asociada al estrés. Foto: Pixabay.
Acariciar a un perro reduce el cortisol, hormona asociada al estrés. Foto: Pixabay.

Según un estudio realizado por investigadores de las Universidades de Florida, Carroll y Marquette acariciar a un perro no solo es una gran muestra de afecto hacia ellos, sino que también mejora el estado emocional y físico de las personas.

El contacto físico con los animales estimula la conexión afectiva y genera una sensación inmediata de tranquilidad. “La compañía de los perros regula la presión arterial y la frecuencia cardíaca, promoviendo un estado de ánimo más relajado”, afirmaron los autores del estudio.

Perros, niños, mascotas. Foto: Pixabay.
Perros, niños, mascotas. Foto: Pixabay.

Beneficios concretos de convivir con un perro

Los especialistas explican que la presencia canina actúa como un regulador emocional, especialmente en tiempos de crisis o inestabilidad:

  • Reduce el cortisol, hormona asociada al estrés.
  • Promueve calma y bienestar general.
  • Estimula rutinas activas y saludables.

El contacto constante con los perros fortalece la percepción de compañía y conexión, factores clave para el bienestar psicológico.

Perfil emocional de los amantes de los perros

El estudio también identificó rasgos comunes entre quienes conviven con perros:

  • Mayor paciencia y tolerancia, debido a la dedicación que implica su cuidado.
  • Tendencia a ser más empáticos y afectuosos.
  • Afinidad por la vida al aire libre y hábitos diarios vinculados con la naturaleza.

A la hora de adoptar, los expertos recomiendan consultar a profesionales sobre la raza más adecuada según el estilo de vida del futuro tutor.

Perros, niños, mascotas. Foto: Unsplash.
Perros, niños, mascotas. Foto: Unsplash.

¿Una señal de carencia emocional?

Algunos psicólogos advierten que el deseo constante de contacto físico con animales puede, en ciertos casos, reflejar necesidades afectivas insatisfechas.

En personas que atraviesan etapas de soledad o estrés prolongado, el vínculo con un perro podría convertirse en una vía de contención emocional, sobre todo si faltan lazos humanos significativos.

Acariciar perros es una forma accesible de cuidar la salud emocional

Más allá del cariño, acariciar un perro puede ser una estrategia natural para reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fortalecer vínculos.

Comprender el valor de esta conexión permite no solo disfrutarla más, sino también reconocer sus implicancias para el bienestar integral.