Dog lover: qué significa que una persona tenga locura por los perros, según la ciencia

El lazo entre los perros y los humanos es muy fuerte. Más allá de la convivencia y el amor, hay algunas personas que tienen un especial afecto a los canes, y eso se condice con su estilo de vida y hasta en la forma de relacionarse con los demás.
Según los expertos en psicología, los perros cumplen un rol fundamental en la vida de las personas desde tiempos antiguos. Por eso se generó un vínculo tan estrecho, en el que ahora son considerados como miembros de la familia.

Uno de los motivos principales señalados por los psicólogos, es que los perros -al igual que los humanos- experimentan las mismas emociones, costumbres y temores, favoreciendo fuertemente la creación de lazos profundos basados en la confianza, el afecto y hasta la complicidad.
Qué significa que una persona sea amante de los perros
Según la psicología, ser amante de los perros no solamente revela una preferencia por estos animales, sino que, además, define su personalidad, sus valores, su estilo de vida y hasta su forma de relacionarse con los demás.
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Un estudio en colaboración entre la Universidad de Florida, la Universidad Carroll y la Universidad Marquette señala los hábitos comunes en las personas que tienen devoción por estas mascotas.

Empatía y sensibilidad emocional
Las personas que aman a los perros suelen mostrar altos niveles de empatía. Están más inclinadas a cuidar, proteger y conectar emocionalmente, no solo con animales, sino también con otras personas. La relación con un perro, que implica atención, paciencia y afecto, puede ser un reflejo de la disposición de alguien para establecer vínculos profundos y duraderos.
Extroversión y sociabilidad
Según estudios de psicología de la personalidad (como los relacionados con el modelo de los “Big Five”), los amantes de los perros tienden a puntuar más alto en extroversión y energía social. En contraste con los amantes de los gatos (que suelen ser más introvertidos y reflexivos), quienes prefieren a los perros tienden a ser más activos, participativos y entusiastas en entornos sociales.
Necesidad de rutina y estructura
Cuidar de un perro implica horarios (sacarlo a pasear, alimentarlo, entrenarlo). Por eso, muchas personas que aman a los perros valoran cierto grado de orden, estabilidad y compromiso en su día a día. Pueden ser más disciplinadas o preferir un estilo de vida estructurado.

Alto sentido de lealtad y compromiso
Los perros son símbolo de fidelidad, y quienes los aman a menudo valoran mucho la lealtad tanto en sus relaciones afectivas como en su vida en general. También pueden desarrollar un fuerte sentido de responsabilidad hacia los demás.
Actitud protectora y necesidad de cuidar
Muchos estudios muestran que las personas que aman a los perros tienen un marcado instinto protector, especialmente hacia los más vulnerables. Esto también puede reflejarse en sus profesiones o vínculos personales (por ejemplo, personas que eligen trabajar en salud, educación o asistencia social).