La viborita ciega: el enigmático reptil fácil de encontrar en Argentina que todos confunden y pocos conocen

No es cualquier especie: se trata de un curioso reptil que puede medir hasta 40 centímetros, habita en el centro y norte de Argentina y forma parte de un grupo tan particular como desconocido, las anfisbenas.

Aunque a simple vista muchos la confunden con una lombriz o una culebra, la viborita ciega pertenece a un linaje propio.
Aunque a simple vista muchos la confunden con una lombriz o una culebra, la viborita ciega pertenece a un linaje propio. Foto: Instagram @cesar_echaides

La viborita ciega (Amphisbaena darwinii) es uno de esos animales que parecen sacados de un mito local: cuerpo alargado, piel brillante y movimientos ondulantes que recuerdan a una serpiente, pero en realidad no lo es.

Este curioso reptil, que puede medir hasta 40 centímetros, habita en el centro y norte de Argentina y en varias regiones de Sudamérica, y forma parte de un grupo tan particular como desconocido: las anfisbenas.

Aunque a simple vista muchos la confunden con una lombriz o una culebra, la viborita ciega pertenece a un linaje propio, emparentado con lagartos y lagartijas. Es decir: una culebra es una serpiente, un gorrión es un pájaro, y una viborita ciega es una anfisbena.

Aunque a simple vista muchos la confunden con una lombriz o una culebra, la viborita ciega pertenece a un linaje propio. Foto: Instagram @reptiles_de_tandilia

Un habitante oculto bajo nuestros pies

Este reptil aparece en zonas urbanas, periurbanas y naturales, aunque no es común verlo a simple vista porque leva una vida subterránea, desplazándose entre túneles y capas de tierra donde encuentra alimento y refugio.

Ese estilo de vida explica también su nombre: tiene ojos muy reducidos, casi vestigiales, que solo perciben la luz, pero compensa con un excelente olfato, que usa para orientarse y cazar.

La viborita ciega aparece en zonas urbanas, periurbanas y naturales. Foto: Instagram @alternatus_uruguay

En su menú hay insectos, lombrices y pequeños invertebrados. Aunque su mordida es completamente inofensiva para los humanos, es clave para desmenuzar a sus presas y sobrevivir en ese mundo oscuro bajo el suelo.

Un animal valioso con mala fama

Lejos de ser una amenaza, la viborita ciega cumple un rol ecológico fundamental, regulando poblaciones de insectos y otras especies del subsuelo. Sin embargo, por desconocimiento, muchas personas la matan o la lastiman, creyendo que se trata de un animal venenoso o peligroso.

La recomendación de los especialistas es clara: si aparece una viborita ciega, lo mejor es no manipularla, evitar que mascotas la ataquen y dejarla seguir su camino.

La viborita ciega aparece en zonas urbanas, periurbanas y naturales. Foto: Instagram @cesar_echaides

A pesar de su aspecto inusual, la viborita ciega es una pieza clave de nuestra fauna nativa y un recordatorio de lo diversa que es la vida en el suelo que pisamos. Entender su función y respetar su presencia es esencial para conservar los ecosistemas que compartimos.