Nora Cortiñas: "Aún luchamos por conocer el destino de los desaparecidos y recuperar la identidad"

"A 40 años de la formación de Madres, la lucha pasa hoy por conocer el destino de los desaparecidos. Por eso debemos pelear para que se abran todos los archivos y se aporte información que nos permita continuar haciendo Justicia. Además tenemos que lograr que los 400 chicos que nacieron en cautiverio conozcan sus identidades. Por esas cosas hay que dar la pelea", señala Cortiñas.
Carlos Gustavo Cortiñas, el hijo de esta histórica referente de Madres, militaba en la izquierda peronista y desapareció el 15 de abril de 1977, quince días antes de la primera reunión de ese grupo de mujeres que comenzó a preguntar por sus hijos en la Plaza de Mayo.
"Al principio intentamos por la vía legal. Presentábamos recursos de hábeas corpus en los Tribunales. Allí, en ese ámbito, caminando por los pasillos de los juzgados nos empezamos a encontrar, a reconocernos por la angustia que se traslucía en nuestros rostros. Nos mirábamos y nos decíamos: '¿Vos también buscás a tu hijos?'", recuerda.
Días después, familiares de desaparecidos empezaron a ir a la iglesia de Stella Maris, donde eran atendidos por monseñor (Emilio) Graselli, quien parecía "más interesado en recabar datos de las personas que preguntábamos" que en otorgar información.
También podría interesarte
"Por iniciativa de Azucena (Villaflor), decidimos que nos teníamos que juntar en la Plaza de Mayo el 30 de abril. Ella tenía mucha inventiva, parecía estar siempre un paso más adelantado que todas nosotras. Su familia era de Avellaneda, donde había desarrollado mucha actividad política", agrega.
Cortiñas detalló que en un comienzo, las Madres se congregaban en frente al monumento a Belgrano, y más tarde empezaron a marchar en torno a la Pirámide de Mayo, cuando las autoridades policiales les dijeron que debían “circular” porque había estado de sitio.
"Todos terminaron secuestrados y desaparecidos, en la ESMA. Juntarnos ese primer jueves después de la desaparición de todos esos compañeros fue algo muy duro, pero vencimos el miedo y seguimos adelante", apunta.
Con la llegada de la democracia, las Madres tuvieron “alguna expectativa” con el gobierno de Raúl Alfonsín, e incluso Cortiñas le reconoce al líder radical la puesta en marcha del Juicio a las Juntas y el Trabajo de realizado por la Conadep, "en una época en el que los militares conservaban poder”. Pero considera que las leyes de punto final y obediencia debida constituyeron “dos grandes claudicaciones".
"Con esas leyes, y los indultos de (Carlos) Menem, muchas Madres se decepcionaron y dejaron de luchar y se quedaron en sus casas. Otras seguimos en la lucha aunque ya no estuviéramos unidas como al principio."
Nora se refiere a la división que se produjo en enero de 1986, entre la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que encabezó Hebe de Bonafini y la Línea Fundadora, donde permaneció ella junto a Taty Almeida, entre otras: "nos separamos porque no estábamos de acuerdo con la metodología y el criterio. No estábamos de acuerdo con muchas cosas y entonces un grupo eligió volver a la línea fundadora. Fue algo que causó dolor y mucha tristeza."
En ese sentido, Cortiñas considera que los organismos de derechos humanos deben conservar su “independencia” de los gobiernos, más allá de las preferencias políticas que tengan sus integrantes.
"El Gobierno anterior hizo muchas cosas buenas al impulsar los juicios de lesa humanidad, pero hubo mucho partidismo y se generaron divisiones y muchas heridas entre los organismos", subraya.
Por último, Cortiñas puntualiza que el principal legado dejado por las Madres en estos años es "mantener viva la lucha" de sus hijos, "una generación que entregó todo en el camino de alcanzar la justicia social".