Las causas del procesamiento de Gils Carbó

La causa por un negociado en la compra del edificio de la calle Perón 667, donde Gils Carbó había mudado las oficinas del Ministerio Público Fiscal, fue el comienzo de esta historia que culminó con el procesamiento de lo la jefa de todos los fiscales.
Gils Carbó - Procuración General
Gils Carbó - Procuración General

La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, fue procesada este viernes por la compra irregular del edificio de la sede central del organismo como coautora del delito de "administración fraudulenta".

Luego de la victoria de Cambiemos en 2015, comenzó a relucir un hecho de 2013: Se habían pagado-cobrado comisiones por la compra venta del edificio de la calle Perón. La primera licitación grande que había hecho la procuradora. y se decía que Héctor Alonso, ex esposo de Gils Carbó, había participado del entramado societario que se había beneficiado en la operación.

La Procuración le pagó a Arfinsa, empresa del Grupo Bemberg, $43.850.000 por el edificio. Esa empresa ganó una licitación que manejó Guillermo Bellingi, que había sido designado subdirector general de la Procuración con ese fin por la procuradora al poco tiempo de asumir su cargo.

La empresa que ganó la licitación le pagó 7,7 millones de pesos a la inmobiliaria de Bárbara Jaureguiberry que había oficiado de asesora en el proceso licitatorio. Esa inmobiliaria a su vez había contratado a Juan Carlos Thill (medio hermano de Bellingi), quien cobró 3 millones de pesos que le pagó Jaureguiberry por su "experiencia en licitaciones" para que la asesora vendiera el edificio de la calle Perón.

Ayer, el juez Ercolini procesó a Gils Carbó por los delitos de administración fraudulenta, negociaciones incompatibles con la función pública y abuso de autoridad.

Para Ercolini, la procuradora Gils Carbó tuvo participación en el negociado: "Conocía las características del edificio ubicado en la calle Perón 667 de esta ciudad, en virtud de lo cual, al aprobar el pliego de bases y condiciones con el que convocara a la licitación pública Nº 1/2013, no podía desconocer que las exigencias requeridas se adecuaban a la medida de ese inmueble. Ello, concatenado con la circunstancia de que los requisitos que resultaron determinantes fueron incorporados al pliego con motivo de las directivas dadas por el funcionario especialmente introducido por ella en el trámite licitatorio y bajo su dependencia directa, sumado a que una de esas condiciones, la propia Dra. Gils Carbó había mencionado como necesaria luego de que hiciera visitas a inmuebles ofertados en el marco del trámite del año anterior -dejado luego sin efecto-, que no la preveía, conllevan a presumir con el grado de probabilidad exigido para la etapa que se transita que, lejos de no haber podido advertir irregularidad alguna, fue quien junto a Guillermo Alfredo Bellingi diagramó el direccionamiento de la licitación".

A Alejandra Gils Carbó el procesamiento en la causa de la compra del edificio de la Procuración General no la moverá de una postura tomada hace tiempo. "Ni renuncio ni me tomo licencia", le dijo en las últimas horas a sus funcionarios más cercanos.

Una respuesta al ministro de Justicia Germán Garavano, quien dijo que Gils Carbó debería apartarse del cargo. "Es un hecho muy grave –que procesen a la procuradora– y sería lógico que pida licencia hasta que se resuelva su situación procesal", dijo el ministro.

Gils Carbó apelará la próxima semana su procesamiento. La revisión estará a cargo de la Sala I de la Cámara Federal, integrada por los jueces Leopoldo Bruglia y Jorge Ballestero.