Dos lugares emblemáticos para conocer en La Boca: de la pizzería que creó la fugazzeta a un café que frecuentaba Gardel

El barrio que ya tiene 155 años es sinónimo de cultura, tango y nostalgia. Los sitios imperdibles donde nace la magia y una eterna historia.
Vista panorámica de La Boca
Vista panorámica de La Boca Foto: Instagram Boca

Argentina es un país que nació de un barco, su identidad se forjó con aquellos que huían de guerras, hambrunas o soñando un futuro más próspero. La gran ola inmigratoria de segunda mitad del siglo XIX produjo un profundo cambio cultural y social en el país, particularmente en Buenos Aires y en barrios como La Boca.

Entre su diversidad cultural, se encuentran dos lugares que ya son un emblema y que definen como pocos la esencia boquense que ya cumplió 155 años. El origen del barrio se debe a la ley 944 sancionada por la Legislatura porteña en 2002, que estableció este día como el “Día del barrio de La Boca” en conmemoración a la creación del Juzgado de Paz de La Boca del Riachuelo, el 23 de agosto de 1870. Ubicado en la Comuna 4, está en el límite sudeste de Buenos Aires y su nombre se debe a que se ubica en la desembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata.

Caminito, el colorido pasaje ubicado en el barrio de La Boca Foto: Instagram @visitcaminito

Banchero

Fundada en el barrio de La Boca en 1932, en un local que todavía existe en la esquina de la Avenida Almirante Brown y la calle Suárez, la pizzería Banchero se considera el creador de la fugazza con queso.

Aparentemente, la inventó Juan Banchero, un día que cortó al medio una pizza de cebolla y le puso queso, para que no estuviera tan seca.

Facha del local de Banchero en La Boca Foto: Redes

En el año 2002 Banchero fue declarado Sitio de Interés Cultural por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en virtud de sus aportes a la cocina argentina. Además, Banchero fue lugar de encuentro de personajes entrañables, como el pintor Benito Quinquela Martin, gran amigo de la familia, Luis Sandrini, Tita Merello y hasta Eva Duarte de Perón.

Tito Banchero, año 1942 en la pizzería de La Boca Foto: Instagram @pizzeriabanchero

No solo podés pedirte la fugazza con queso mozzarella y cebolla, las clásicas pizzas no fallan: de mozzarella con salsa de tomate y aceitunas, con jamón cocido y con fetas de ají morrón y anchoas, con huevo duro, con quesos roquefort o provolone, a la napolitana. También se pueden pedir variedades más costosas: con ananá, con palmitos, con verdura y con mariscos, entre otras. Importante, no te olvides de acompañarla con la tradicional fainá, hecha con harina de garbanzo.

Banchero, un clásico de La Boca Foto: Instagram @pizzeriabanchero

Dónde queda:

  • Av. Almte. Brown 1220 (La Boca)
  • Av. Corrientes 1604
  • Av. Corrientes 1300

Café Roma

En el corazón del barrio, Almirante Brown y Olavarría, se encuentra el Café Roma Bar, un clásico de 120 años que vio crecer la zona al ritmo del tango. Entre los miles de cafés que sirvió a sus clientes se encuentran nombres importantísimas de la cultura como Carlos Gardel, el payador Gabino Ezeiza y figuras del jazz argentino.

Abriendo sus puertas a principios del siglo XX, nació como un almacén de ramos generales donde se despachaban bebidas. Para la década de 1950, sus dueños españoles -Octavio y Prudencia- decidieron que solo funcionara como bar.

Gardel solía concurrir al bar Roma Foto: Turismo Buenos Aires

Su vínculo con el tango nació casi a la par de su apertura, fue tan fuerte que sus paredes quedaron inmortalizadas en el tango “El Morocho y el Oriental”, escrito por Enrique Cadícamo. Además de Gardel y José Razzano, por sus mesas pasaron emblemas tangueros como Juan de Dios Filiberto, Agustín Bardi, Francisco Canaro y los payadores Ezeiza e Hilario Cazón.

El interior del Bar Roma Foto: Turismo Buenos Aires

Por muchos años el sitio fue el favorito de los bohemios y amantes de la vida nocturna, pero con los años se fue deteriorando hasta cerrar en 1998. En 2001, fue adquirido por la familia Randazzo que se propuso recuperar su esplendor: colocaron pisos de damero y reemplazaron la barra de ladrillo por una de madera con estanterías antiguas.