Con una leyenda trágica, la ciudad fantasma de Paramillos podría estar realmente habitada por seres lejos de este plano. Sin embargo, la belleza de sus paisajes muchas veces logra opacar la historia por la que esta ciudad se hizo famosa entre los locales.
Por Canal26
Sábado 6 de Enero de 2024 - 09:33
La época de fiestas llegó a su fin, y es tiempo de planificar el tan esperado descanso. Para los buscadores de experiencias únicas, la ciudad de Paramillos en Mendoza ofrece un destino fascinante, repleto de historias y leyendas que capturarán la atención de los amantes del terror.
La travesía hacia Paramillos comienza por el intrigante Camino de los Caracoles, con 365 curvas que conducen a joyas como el Gran Hotel Villavicencio, un antiguo centro turístico de lujo con una fachada restaurada.
Siguiendo el recorrido, la imponente Cruz de Paramillo y sus panorámicas del Aconcagua se convierten en hitos antes de llegar a Uspallata. Desde allí, un desvío lleva a la "Ciudad Fantasma", un conjunto de estructuras abandonadas que cuentan la historia de una próspera mina de oro y plata del pasado.
La Ciudad Fantasmal, envuelta en un aura sombría pero cautivadora, se destaca especialmente en invierno, cuando la nieve abraza las construcciones y las montañas. Este escenario se revela como un paraíso para aventureros y amantes de la fotografía, donde la intersección entre lo natural y lo artificial crea un contraste visualmente impactante. Sin embargo, en verano también se puede disfrutar de sus atractivos por lo que se recomienda visitarla también.
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En la provincia de Mendoza, se oculta una historia trágica tras las minas de Paramillos. Los jesuitas, asentados en la zona en el siglo XVII, iniciaron la explotación de estas minas y reclutaron a los indígenas Huarpes para extraer los metales preciosos que yacían en el subsuelo.
Aunque los Huarpes no eran esclavos y recibían un salario con ciertos derechos, su destino dio un giro radical cuando, en 1776, los jesuitas fueron expulsados de América por orden del rey Carlos III, llevándose consigo todo el oro y la plata acumulados y abandonando a los Huarpes en las minas.
La leyenda cuenta que alrededor de 80 indígenas quedaron atrapados en los túneles, pereciendo asfixiados por el polvo y la falta de aire. Desde entonces, se rumorea que en las noches resuenan sus lamentos y susurros en las profundidades de las minas. ¿Te animarías a comprobarlo?
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