Alerta por el frío y los daños en el cabello: las 6 señales de que tu pelo necesita ayuda urgente
Con la llegada del frío, no solamente la piel se reseca, sino que además el cabello también. Las bajas temperaturas, el viento seco, el uso excesivo de la calefacción y hasta el agua caliente de la ducha pueden afectar severamente la salud capilar.
Sentir que la melena no está en su mejor momento puede afectar no solamente nuestro look, sino que, además, puede deteriorar el aspecto físico. Prestar atención a los cambios del pelo podría ayudar a recuperarlo de forma fácil, eficaz y sin perder tanto dinero.
Cuidado del cabello: cuáles son las seis señales de que tu cabello necesita ayuda
- Puntas abiertas o quebradizas
El frío extremo deshidrata el cabello, debilitando la cutícula y haciendo que las puntas se abran con facilidad. Si notas que se parten al peinarlas o se ven ásperas al tacto, es momento de un corte reparador y tratamientos nutritivos.
Para prevenir las puntas abiertas, usar una mascarilla hidratante una o dos veces por semana podría ser una solución definitiva.
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- Opacidad y pérdida de brillo
Si tu cabello luce apagado y sin vida, pude deberse a la falta de humedad. En invierno, la humedad ambiental desciende y la fibra capilar pierde su capacidad de reflejar la luz.
Para mantener el pelo hidratado, incorpora aceites naturales como argán o coco en tus rutinas para devolverle el brillo.
- Frizz incontrolable
Cuando el cabello está deshidratado, tiende a electrificarse con facilidad. Si no podés domar el frizz ni con peines ni con productos, tu pelo probablemente necesita más hidratación interna.
Cambia a un shampoo sin sulfatos y usa acondicionadores o cremas para peinar con ingredientes anti-frizz.
- Picazón o sensibilidad en el cuero cabelludo
El cuero cabelludo también se ve afectado por el clima frío. Si notas resequedad, picazón o pequeñas escamas (sin ser caspa), probablemente esté deshidratado.
Un tip útil para resolver este problema es masajear el cuero cabelludo con aceites nutritivos como jojoba o almendra antes de lavar. Y evita lavarte con agua muy caliente.
- Mayor caída de cabello
Es normal que el pelo se caiga más en ciertas estaciones, pero el invierno puede acentuar este proceso si no cuidamos la salud capilar.
Aumentá la ingesta de alimentos ricos en biotina, zinc y proteínas. También podés considerar suplementos si la caída es abundante (consultando con un especialista).
- Textura áspera o difícil de peinar
Si al peinarte lo notas más pesado o reseco, puede ser que la fibra capilar está dañada desde adentro y necesitar una dosis intensa de reparación. Usá tratamientos capilares profundos con queratina vegetal, proteínas o colágeno.
