Ola polar en Argentina: recomendaciones para cuidar la piel de los efectos del frío extremo

Con la instalación de las bajas temperaturas en nuestro país, el cuerpo sufre las consecuencias y muchas personas enferman. Pero además de las enfermedades respiratorias, la que también sufre notablemente el frío es nuestra piel, por lo que saber cuidarla es fundamental para sentirnos mejor.

Al ser la primera barrera de nuestro cuerpo contra el frío, la piel muchas veces se resquebraja y sufre por demás las bajas temperaturas. En ese sentido, el rostro y las manos son las partes más expuestas y que más hay que cuidar para que no se resequen o agrieten.
Cuidados rutinarios, la clave para evitar problemas en la piel
Así como es tan importante incorporar cuidados en la rutina diaria, también es clave prestarle atención a las señales que la piel da. Por ejemplo, si aparecen grietas o enrojecimiento persistente, descamación o picazón, lo ideal es consultar con un dermatólogo para atender rápido el problema.
Así como en verano se aplica protector solar de forma casi automática, en invierno también se deben incorporar rutinas específicas que fortalezcan la barrera cutánea. Una piel bien atendida no solo se ve más saludable, sino que actúa como una defensa más eficaz frente a los factores externos.

Para prevenir cualquier tipo de problema en la piel, se recomienda tener los siguientes hábitos diarios:
- Hidratación integral: Mantenerse bien hidratado no solo implica beber suficiente agua a lo largo del día, sino también aplicar lociones o cremas humectantes tanto por la mañana como por la noche. Si la piel lo requiere, se pueden realizar aplicaciones adicionales durante el día para mantener su equilibrio.
- Limpieza respetuosa: Es recomendable optar por productos suaves y hipoalergénicos, que no alteren la barrera natural de la piel. Los jabones agresivos pueden causar desequilibrios y aumentar la sensibilidad.
- Protección solar, incluso sin sol: Los rayos ultravioleta siguen presentes aunque el cielo esté nublado o sea invierno. Usar protector solar durante todo el año es una medida esencial para prevenir el envejecimiento prematuro y otros daños cutáneos.
- Labios bien cuidados: Los labios, por ser especialmente delicados, requieren hidratación frecuente. Aplicar bálsamos específicos varias veces al día ayuda a evitar que se resequen, agrieten o irriten.
- Evitar fuentes de calor directo: Exponerse a estufas, radiadores o duchas demasiado calientes puede generar un choque térmico perjudicial para la piel. Lo ideal es evitar estos contrastes extremos y optar por temperaturas moderadas.