Repollitos de Bruselas: cómo limpiarlos bien para evitar gusanos y aprovechar sus beneficios

Con estos simples pasos para limpiarlos bien, vas a poder disfrutar de los repollitos de Bruselas sin preocuparte por la suciedad, aprovechando al máximo todos sus nutrientes.
Cómo limpiar los repollitos de Bruselas.
Cómo limpiar los repollitos de Bruselas. Foto: Unsplash.

Los repollitos de Bruselas están cada vez más presentes en las cocinas gracias a su sabor profundo y su textura especial. Son un acompañamiento ideal para carnes y muchas otras preparaciones. Sin embargo, al crecer cerca del suelo, pueden contener pequeños insectos o bacterias que no siempre se detectan a simple vista. Por eso, es fundamental aprender a limpiarlos correctamente antes de cocinarlos.

Cómo limpiar correctamente los repollitos de Bruselas

Lo primero que hay que hacer es retirar las hojas externas, ya que suelen ser las que están más sucias o dañadas. Esto ayuda a eliminar suciedad superficial y posibles residuos.

Repollitos de Bruselas. Foto: Unsplash.

Luego, hay que cortar el tallo en forma de cruz. Este paso es clave porque permite que el agua penetre mejor en el interior del repollito, donde pueden esconderse gusanos o bacterias. De esta manera, la limpieza es mucho más efectiva.

El siguiente paso es sumergir los repollitos en un recipiente con abundante agua y dejarlos en remojo durante aproximadamente 15 minutos. Este tiempo permite que los insectos y suciedad se desprendan y floten, facilitando su eliminación.

Repollitos de Bruselas. Foto: Unsplash.

Después del remojo, es importante enjuagar cada repollito bajo el agua corriente. Este paso garantiza que cualquier resto que haya quedado se elimine completamente. Finalmente, se deben secar con un paño limpio o un repasador para que estén listos para la cocción.

Los nutrientes que aportan los repollitos de Bruselas

Más allá de su sabor y textura, los repollitos de Bruselas son ricos en nutrientes. Tienen vitamina C, fundamental para fortalecer el sistema inmunológico y mantener la piel sana.

También aportan una buena cantidad de vitamina K, que ayuda en la coagulación de la sangre y contribuye a la salud ósea. Además, su alto contenido de fibra favorece la digestión y aporta sensación de saciedad.

Repollitos de Bruselas. Foto: Unsplash.

Por último, contienen antioxidantes que combaten el daño celular causado por los radicales libres, ayudando a prevenir enfermedades y a mantener el cuerpo saludable.

De esta forma, los repollitos de Bruselas se convierten en un gran aliado en la cocina y para la salud. Al lavarlos correctamente, se evitan sorpresas desagradables y se pueden disfrutar al máximo de todos sus nutrientes y sabores.