El secreto de la longevidad puede estar en el cerebro de los “superancianos”, según la ciencia

En un avance clave para la comprensión del envejecimiento cerebral, un grupo de científicos del programa SuperAging de la Universidad Northwestern identificó características únicas en los cerebros de adultos mayores que conservan funciones cognitivas excepcionales.
Conocidos como “superancianos”, estos individuos, de más de 80 años, muestran una memoria y agudeza mental comparables a las de personas varias décadas más jóvenes.

¿El secreto de la longevidad está en el cerebro?: qué dice la ciencia sobre este fenómeno
El estudio, que analizó 77 cerebros post mortem, se centró en una región clave del cerebro: la corteza cingulada anterior. Esta área, implicada en la toma de decisiones, la regulación emocional y la motivación, presenta en los superancianos una notable resistencia al deterioro.
Además, los investigadores hallaron una densidad superior de neuronas de von Economo, células especializadas en procesos sociales complejos, empatía y toma de decisiones, que están presentes en muy pocas especies animales.
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Otro hallazgo significativo fue el tamaño y la preservación de las neuronas entorrinales, fundamentales para la memoria. Mientras que en la mayoría de los adultos mayores estas células se reducen o degeneran con el tiempo, en los superancianos se mantienen más grandes y funcionales.

“Esto indica que poseen cerebros extremadamente resistentes al deterioro cognitivo, porque o bien no producen ni placas ni ovillos amiloides y tau, o bien si los crean no afectan a su cerebro”, explicó la doctora Emily Rogalski Weintraub, directora del programa SuperAging, en un comunicado oficial.
Las placas amiloides y los ovillos tau son las proteínas asociadas al desarrollo del Alzheimer. Aunque algunos cerebros estudiados presentaban estas acumulaciones, no todos lo hacían, y, en los casos en que estaban presentes, no parecían haber impactado negativamente las funciones cognitivas de los superancianos.
Este descubrimiento alimenta la esperanza de que ciertos factores biológicos y conductuales puedan proteger el cerebro del deterioro propio de la edad. Por ello, los científicos planean continuar con sus investigaciones, buscando pistas que permitan desarrollar tratamientos o estrategias preventivas contra enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

En ese sentido, Weintraub subraya la importancia de la participación ciudadana en estos estudios: “Agradecemos profundamente las donaciones de cerebro a la ciencia. Son fundamentales para avanzar en el conocimiento y encontrar formas de preservar la salud cerebral”.
El fenómeno de los superancianos abre una ventana al entendimiento del envejecimiento exitoso. Comprender por qué algunos cerebros logran mantenerse lúcidos y activos hasta edades avanzadas puede transformar el futuro de la neurociencia y de la salud pública global.