En época de balances, 10 consejos útiles para evitar el Burnout y cómo llegar a fin de año sin estrés
La necesidad de cumplir objetivos, cerrar proyectos y evaluar resultados genera una presión constante que, combinada con un ritmo acelerado y múltiples responsabilidades, termina por sobrecargar la mente y el cuerpo. Cómo evitarlo.

El síndrome de Burnout se convirtió en una problemática cada vez más visible dentro del ámbito no solo laboral sino también en el cotidiano. Se caracteriza por un agotamiento físico, mental y emocional sostenido, y las fechas de fin de año no contribuyen a sus síntomas, debido a que suelen acumularse exigencias profesionales, balances personales y compromisos sociales.
La necesidad de cumplir objetivos, cerrar proyectos y evaluar resultados genera una presión constante que, combinada con un ritmo acelerado y múltiples responsabilidades, termina por sobrecargar la mente y el cuerpo.

Razones por las que se llega al Burnout
Según un informe al que accedió la Agencia Noticias Argentinas, tanto diciembre como junio-julio son períodos de autoevaluación y análisis profesional/laboral. Este ejercicio puede transformarse en estrés cuando las exigencias superan la capacidad de reacción y la necesidad de rendir al máximo.
Metas no alcanzadas, sensación de falta de tiempo y desafíos pendientes son algunas de las cuestiones que generan frustración y autocrítica, y alimentan un estado de tensión que repercute directamente en el bienestar emocional y físico.
Frente a todo esto, profesionales remarcan la importancia de adoptar hábitos que permitan que le permitan a la persona estresada recuperar el equilibrio entre la vida laboral y la personal. Es decir, no es solo cuestión de relajar, sino también incorporar prácticas que ayuden a gestionar de una manera más saludable toda esa tensión.

- Practicar técnicas de relajación o respiración consciente.
- Organizar prioridades y distribuir las tareas de manera realista.
- Reservar momentos diarios para actividades placenteras.
- Poner límites saludables a los compromisos.
- Fomentar vínculos positivos y redes de contención.
- Reemplazar pensamientos rígidos o negativos por otros más amables y realistas.
- Solicitar ayuda o acompañamiento cuando sea necesario.
- Mantener rutinas saludables de descanso, ejercicio y alimentación.
- Dormir las horas necesarias para recuperar energía.
- Cultivar la autocompasión y reducir los niveles de autoexigencia.

















