La práctica constante de estos hábitos permite que las personas de la tercera edad sean dueñas de su propio proceso de envejecimiento. Uno por uno, cómo ayuda cada hábito a prevenir enfermedades.
Por Canal26
Viernes 8 de Noviembre de 2024 - 20:00
El envejecimiento es un proceso natural e inevitable que afecta a todas las personas. Sin embargo, la forma en que envejecemos depende en gran medida de factores como la genética, el entorno, el estilo de vida y la presencia de enfermedades crónicas.
Actualmente, el autocuidado y la gestión proactiva de la salud están cobrando mayor relevancia como factores que influyen en la calidad de vida durante la vejez. Estos hábitos contribuyen no solo a una mayor longevidad, sino también a una vida más plena y activa.
La doctora María Victoria Sánchez Simonet, jefa de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Vithas Málaga, identificó ocho prácticas clave para mantener la vitalidad en la tercera edad.
Estos hábitos, cuando se adoptan de forma constante, permiten a las personas mayores ser participantes activos en su proceso de envejecimiento y minimizar riesgos asociados a esta etapa de la vida.
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La sarcopenia, o pérdida de masa muscular y fuerza, es una condición que generalmente comienza en la cuarta década de la vida y se acelera con la edad. Combatir esta pérdida es fundamental para mantener la movilidad y la independencia.
La práctica de ejercicios de resistencia y actividades que potencien la musculatura, como caminar, es altamente recomendable. Caminar al menos 30-40 minutos al día contribuye no solo a la independencia, sino también al mantenimiento de las capacidades cognitivas.
La dieta mediterránea equilibrada es especialmente beneficiosa en esta etapa de la vida. Asegurar un consumo adecuado de proteínas es, según la especialista, una de las claves indispensables para prevenir la pérdida de masa muscular.
La dieta mediterránea se centra en comer alimentos como pescado, frutas y verduras. El consumo de carnes rojas es más reducido que en otro tipo de dietas.
Además, la hidratación también es fundamental para mantener el buen funcionamiento del organismo. En casos de deterioro avanzado, se pueden considerar algunos suplementos bajo supervisión médica.
La socialización es esencial para evitar el aislamiento, que suele incrementarse en personas mayores, especialmente en situaciones como la viudez. Estar en contacto con familiares y amigos ayuda a fortalecer la memoria, mejora el estado de ánimo y refuerza la autoestima.
El contacto con familiares y amigos ayuda a fortalecer la memoria. Foto: Pexels.
Además, corregir problemas sensoriales, como la visión o la audición, puede facilitar la interacción social y evitar el aislamiento en esta etapa de la vida.
Mantener una buena higiene del sueño es fundamental en la vejez. Dormir las horas necesarias y respetar los ciclos de sueño y vigilia ayuda a regular el organismo y previene algunos de los problemas de salud asociados al descanso insuficiente.
Para la experta, un sueño de calidad mejora el rendimiento cognitivo y favorece la salud mental. No descansar lo suficiente origina un estado de estrés y ansiedad que hace que los niveles de cortisol permanezcan elevados. Entre otras funciones, el cortisol se encarga de inhibir el sistema inmunológico para reservar energías.
En la tercera edad, los problemas de salud tienden a multiplicarse, por lo que es fundamental acudir a revisiones médicas periódicas y cumplir con el calendario de vacunación anual.
Estas medidas ayudan a prevenir complicaciones y hospitalizaciones, contribuyendo a una mejor calidad de vida y a una detección temprana de cualquier problema de salud.
La reducción o eliminación de hábitos dañinos como el consumo de tabaco y alcohol es clave para la salud a cualquier edad, pero es particularmente relevante en la vejez, cuando estos factores pueden tener un impacto aún mayor en el organismo.
La experta asegura que reducir estos hábitos disminuye el riesgo de enfermedades crónicas y mejora el bienestar general.
Mantener la mente activa a través de actividades cognitivas, como la lectura, los crucigramas o el sudoku, es esencial para la salud mental en la vejez.
Participar en hobbies o pasatiempos, como la jardinería o el bricolaje, también puede ser beneficioso, ya que estos mantienen el cerebro en actividad y proporcionan satisfacción y alegría.
Prevenir caídas y accidentes en el hogar es fundamental. Para ello, es importante adaptar el domicilio, eliminando obstáculos como alfombras y barandillas. Además, es importante elegir un calzado cómodo y seguro para evitar tropiezos o resbalones.
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