¿Querés respirar aire puro dentro de tu casa?: hay que seguir estos consejos

Un hogar armonioso debe incluir una ventilación adecuada. Foto: Pixabay.

El solo hecho de pasar tiempo en nuestras casas genera un deterioro de la calidad del aire circundante, por lo que es preciso tomar recaudos para que el aire que respiramos a diario dentro de nuestros hogares esté lo menos contaminado posible. Por supuesto, en invierno resulta más complicado ventilar de par en par nuestras habitaciones, pero a no bajar los brazos, que hay una forma sencilla de hacerlo sin sufrir demasiado del frío.

No son nuevas las investigaciones científicas que abordan esta problemática e incluso llegan a platear que el aire que respiramos dentro de nuestras casas, a veces, puede llegar a estar más contaminado que el del exterior. Esto, por supuesto, tiene consecuencias directas para nuestra salud, no solo respiratoria, sino también cardiovascular e incluso mental. 

Estornudar es uno de los síntomas de que el aire está contaminado. Foto: Grok.

Según plantea un artículo de Environmental Health Perspectives, en los hogares se concentran múltiples fuentes de compuestos químicos y partículas finas, las cuales se acumulan por demás si no hay una ventilación adecuada. 

De allí se desprende que a veces padezcamos molestias leves o hasta incluso enfermedades crónicas. 

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Cómo ventilar correctamente el hogar

La ciencia ofrece respuesta para muchas cosas y entre ellas, también da consejos para una adecuada ventilación del hogar. Por supuesto, el primer paso para ello es permitir una buena renovación del aire circundante. 

En ese sentido, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que se abran puertas y ventanas varias veces al día, principalmente durante y después de cocinar y limpiar. Esto permite el ingreso de aire fresco y la salida de contaminantes acumulados. 

Abrir las ventanas es clave para una mejor circulación del aire. Foto: Unsplash.

También sugieren el uso de extractores de aire en baño y cocina, los que ayudan a eliminar la humedad y gases que son expulsados directamente hacia el exterior. 

Otro consejo en esta misma línea es mantener los niveles de humedad entre el 30% y el 50%, lo que previene el desarrollo del moho. En estos casos, la ventilación cruzada puede ser muy útil en ambientes cerrados o en días muy húmedos. 

Finalmente, según la American Lung Association, es recomendable reducir el uso de fragancias fuertes o de composición química compleja. 

Según un estudio citado por The Guardian, cocinar con gas puede liberar dióxido de nitrógeno y partículas PM2.5 en concentraciones mayores a las que se detectan en calles muy transitadas. Estos contaminantes se vinculan directamente con el riesgo de padecer asma, enfermedades cardiovasculares e incluso daños pulmonares. 

Los productos de limpieza son otro de los grandes enemigos de la pureza del aire en el hogar. Ambientadores, aerosoles, etc. no contribuyen a que respiremos mejor, pese a que ofrecen fragancias agradables. 

Los artículos de limpieza pueden generar residuos químicos en el aire que alteran nuestra salud. Foto: Unsplash.

Por ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) advierte acerca de que estos productos liberan compuestos orgánicos volátiles que pueden irritar los ojos y la garganta y aumentar el riesgo de padecer enfermedades respiratorias.