Fanatismo XXL, respuesta small

La segunda fecha dejó, más que los visibles claros del GEBA porteño, en claro que cuando desde afuera vienen todos, a los shows locales no van demasiados. Más si la oferta local se achica como esas remeras que nos nos entran y que a toda costa pretendemos estirar.

Por Canal26

Domingo 25 de Septiembre de 2011 - 00:00

“Fanatismo XXX”. El slogan elegido para la edición 2011 del Pepsi Music, al menos este sábado no se sintió. Es que a veces las ideas, por más buenas y creativas que sean no se condicen con la realidad.


Y la realidad en lo que a recitales en vivo respecta en este 2011, es que las mentadas leyes de mercado, a veces, fallan: la oferta supera a la demanda. Y ante tantas opciones hay quienes apuestan a lo seguro. Y lo seguro es que ante tanta visita internacional – que se agradece, no confundir - que por mucho tiempo o jamás quizá los fans vuelvan a ver ( por los factores que sean) lo seguro es colocar el dinero en eso que para el rockero de ley, es como el oro al que hoy miles apuestan.


Entonces, entre un line up más que raleado, los exportados pero tan afines y cercanos Cuarteto de Nos, los reunidos Bersuit sin Cordera y los persistentes Las Pelotas sin Sokol, con todo lo que ello implica, fueron las cabezas de serie del Escenario 1 de la sede Jorge Newbery del GEBA palermitano.


Y uno, que ademas de ir poniendose viejo, no puede ni quiere eludir ese ejercicio tan poco saludable y argentino que es la nostalgia no puede dejar de hacer el rewind y stopear en anteriores ediciones donde los lugares, arriba y abajo se apretaban como podían.


Un “Día perfecto” este, un sábado preciosamente primaveral, en el que los ascendentes Estelares se encargaron de suceder a “La Franela”, correcto pero poco convocante proyecto del exPiojos Piti Fernández. Y en tiempo donde el “Para Todos” aburre menos de lo que obliga a los que quieren (el poder) y (por suerte) no pueden, a ir por más, la banda beatlesca cancionera de Manuel Moretti hizo lo suyo ante unos pocos que siguieron los éxitos cercanos y por venir.


Ahora, no vayan a creer que las inmediaciones de esa sede tan argenta como el hipódromo de enfrente eran un hervidero de fans a la espera de los platos fuertes.


Ni los uruguayos “El Cuarteto de nos” convoco a ataviados compatriotas pese a la calidad e interpretación de esas canciones que cruzaron el charco para quedarse y porque no instalarse: “Bipolar”, “Nada es gratis en la vida”, la magnífica “Ya no sé que hacer conmigo”, “Así soy yo”, “El Hijo de Hernández” , “Manuel Gritar”, la punkosa y rabiosa “Invierno del 92”, la reposada y vaga “Pobre papá” más el cierre con “Yendo a la casa de Damián” coronaron la actuación de una banda legendaria pero a la vez abierta a los nuevos sonidos y la buena onda no boba, y cerrada a toda demagogia geográfica.


Demagogia de la que no quieren ni pueden prescindir los reformados más no reformulados Bersuit Vergarabat. Reformados porque ya no esta el alma mater, Gustavo Cordera, embarcado en su caravana mágica y cumbiera. Y no reformulados porque pese al discurso político progresista, musicalmente apuestan al más rancio conservadurismo: No progresaron ni un poco, y la pregunta de un colega de una renombrada revista del palo resume con fuerza el presente anclado en el pasado: :”Era necesario? “


En absoluto. Ya no hay pijamas pero las interpretaciones mueven al bostezo. “El tiempo no para” suena con el reloj clavado en el lejano calendario en que fue parida. Y sin sorpesas se van sucediendo la apolillada “Canción de Juan”, “Afro”, “El viejo de arriba” y la rescatada “Espíritu en esta selva”, quizá una de las mejores canciones festivas y festivaleras de esas épocas oscuramente doradas para la banda de entonces, que claro está no es está por ausencias. Ausencias de arriba que se traducen abajo.


“La argentinidad al palo” decodifica el gen del que afortunadamente carecen los uruguayos del Cuarteto de Nos, y no interpela al seguidor actual que del menemismo quizá ni sepa (y sin menoscabar) quién fue o es el mismísimo innombrable. “El tapado de piel de María Julia”:”el indulto a los genocidas” y la alusión con explicación y furcio de los “cuadros de milicos genocidas” bajados por el difunto Néstor Kirchner preludiaron el acoso en forma de bis a “Lilita Cariooooo, Lilita Carrioooo” (en el último Quilmes fue para Cordera…) antes de acometer con el clásico “Yo, argentino, vos no sé”.


Se sucedieron de ahí en mas la rescatada “Sin Cerebro”, “una que no hacemos hace mucho a decir del vocalista Dani Suárez para la que fuera invitado el cantante de “La Franela”, “Perro amor explota”, “La Soledad”, “Vuelos”, “Porteño de Ley” , entre otros de más de lo mismo, para despedirse “Yo tomo”, la hoy clarinesca “Se viene el estallido” (A quien le cantaran cuando repiten “Ellos tienen el poder y lo van perder”?) “La bolsa” y “Que pasó”


Qué pasó en el cercano Escenario 2? En el interludio entre Cuarteto y Bersuit, los reaggueros (sino tienen apodo ahí va uno) de Riddim le pusieron su onda cadenciosa a la espera, destacándose “Tu amor” y su “desde que te conocí tu amor me ha levantado tu amor ha iluminado mi ser” que por ritmo, cadencia e interpretación parece todo lo contrario. Luego, “Bulldog” que sin ladrar ni amedrentar hicieron lo suyo con su punkrock accesible.


En el lejano y menos convocante Escenario 3 ya habían pasado “La Bonetto”, “Manto”, “Miss Bolivia” antes de que Gabriel Carámbula, vestido igual que cuando con Fito Páez en ese mismo estadio ofreciera Ciudad de Pobres Corazones apelara a los recursos del hardrocker demodé, pucho en boca, obvio, y espalda con espalda con el bajista ante unos 25 curiosos.


Y fue tiempo de “Las Pelotas” que a diferencia de la Bersuit, si aggiornaron su sonido para los temas clásicos y de la época que les fuera granjeando un nombre junto al apellido que hoy no está y cuánto se extraña.


Reversiones que actualizan pero restan la frescura de entonces, aunque redondean una ejecucion correcta y tan redonda como el nombre de la banda. “Corderos en la noche”, “Capitån América” , “Bombachitas rosas” y “La vaca y el bife” pueden ser ejemplo al escucha exigente, no así “Escaleras” que suena tan bien y contundente como siempre.


Antes y arrancando con la reposada “Muchos Mitos”, “Ya no estås”, la reciente de lo mas reciente, “Saben”, “Basta”, “Que podés dar “ y “Pasajeros” fueron cosumiéndose para dar paso a la tan oscura y bella “Personalmente”. Luego el bloque reggae, con “Su supieras”, “Transparente”, y la dedicada por German Daffunchio “para todos los amigos que ya no están”, “Que estés sonriendo”.


A la hora de los bises se destacaron la inoxidable e imprescindible “Shine” y el cover de Sumo, “El ojo blindado”


Los que aún se la bancan, allá adelante de todo, buscaban la salida, felices, en cueros seguidos por los demás.


Muchos de esos pocos miles con la camiseta transpirada de fanatismo, un fanatismo probablemente extra large, en épocas de visitas idem, line up y bolsillos small.

(Textos Sergio Corpacci parara 26noticias. Fotografia Gentileza Diego Paruelo Rolling Stone)