El video que cambió el mundo de las prótesis de manos y pies

La Organización Mundial de la Salud estima que hay alrededor de 30 millones de personas que necesitan prótesis para sus extremidades, rodilleras u otros dispositivos para su movilidad. Esto puede ser simple de hacer y barato.
Impresión en 3D
Impresión en 3D

Más de ocho de diez de estas personas que necesitan dispositivos para poder movilizarse no los tiene. Producirlas y colocarlas lleva mucho trabajo y requiere de mucha experiencia y la OMS dice que hay apenas 40.000 especialistas en prótesis entrenados en los países más pobres. También hay que considerar el tiempo y el costo para los pacientes, quienes pueden tener que viajar largas distancias para recibir el tratamiento, que puede durar cinco días (evaluar la necesidad, producir la prótesis y colocarla en lo que queda de la extremidad). El resultado es que los elementos menos glamorosos, como las rodilleras o las extremidades artificiales, están entre los dispositivos que más se necesitan. No obstante, al igual que en tantas otras áreas, la tecnología puede lanzarse al rescate; en esta ocasión, bajo la forma de una impresión en 3D.

La tecnología, que se desarrolla rápidamente, ha permitido la producción en masa de más de 60 millones de audífonos y moldes personalizados para la audición, a la vez que diariamente produce miles de coronas dentales y puentes a partir de escaneos digitales de los dientes, lo que confronta con los tradicionales métodos de modelado en cera que se han utilizado durante siglos.

Ivan Owen en 2011, creó una mano mecánica de metal simple para una convención retrofuturista, con dedos espigados. Él publicó un video que fue visto por un carpintero de Sudáfrica que acababa de perder cuatro dedos en un accidente con la sierra circular. Ellos comenzaron a debatir sobre planes para desarrollar un prototipo de prótesis de mano y pronto eso llamó la atención de la madre de un niño de cinco años llamado Liam, que había nacido sin dedos en la mano derecha.

El artista persuadió a un fabricante de impresoras para que donara dos máquinas y desarrolló lo que se ha considerado como la primera mano mecánica impresa en 3D. Y, de manera crucial, en vez de patentar este trabajo, Owen decidió publicar los archivos en un código abierto para que cualquiera pudiera tener acceso a ellos, permitiendo de este modo que otras personas colaboraran, y pudieran usar la mano y mejorar los diseños.

El video de Owen en 2011

Esto creció hasta convertirse en Enabling the Future, una comunidad con 7000 miembros en docenas de países y acceso a 2000 impresoras, que ayudan a fabricar brazos y manos para quienes los necesitan.

Con frecuencia, las prótesis están destinadas a los niños, ya que a muchos les desagrada el peso, la apariencia y las molestias que ocasionan las prótesis modernas, lo que puede implicar insertar el brazo en una manga de silicona y usar correas en la espalda para sostener el dispositivo en su lugar. Estas manos que funcionan con el movimiento del cuerpo cuestan mucho dinero, y deben ser reemplazadas cada dos años, a medida que el niño crece. Las versiones impresas en 3D cuestan alrededor de 50 dólares, vienen en todos los colores y se parecen a un juguete; de modo que son más atractivas, aunque menos sofisticadas.