Incertidumbre con una famosa cadena de electrodomésticos en Argentina: debió cerrar todas sus tiendas físicas

En Argentina, el sector de tecnología y electrodomésticos atraviesa un contexto delicado. La cadena nacional de electrodomésticos y productos tecnológicos Start anunció el cierre definitivo de sus 30 locales en el país, dejando a más de 200 trabajadores en plena incertidumbre.
La empresa, que se había destacado por su modelo de tiendas premium y una rápida expansión desde su llegada en 2021, tomó la decisión debido a la falta de mercadería, la caída en el consumo y los problemas con proveedores, factores que hicieron insostenible mantener abiertas sus tiendas físicas.

Aunque la firma seguirá con las ventas a través de su plataforma online, el futuro laboral de sus empleados sigue siendo incierto.
Start: una expansión acelerada que no pudo sostenerse
La historia de Start, fundada por Nicolás Osta y Esteban Isorna del Omni Group, fue breve pero intensa. Su primer local abrió en septiembre de 2021 en Cabildo y Juramento, y en menos de cuatro años logró presencia en Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata, Mendoza, San Juan, Salta, Misiones, Córdoba y el AMBA.
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Su propuesta se centraba en ofrecer productos tecnológicos de alta gama, desde notebooks, consolas y celulares hasta heladeras y aires acondicionados, en locales amplios, con diseño moderno y atención diferenciada. Incluso en medio de una crisis económica, la empresa apostó fuerte: en diciembre de 2024 inauguró dos nuevas tiendas —una en Caballito y otra en Salta— con una inversión de 235 millones de pesos. Apenas ocho meses después, todos los locales cerraron, marcando el fin de esta apuesta ambiciosa.

La crisis del sector golpea a todos
El caso de Start refleja un problema más amplio que atraviesa el sector de la tecnología y los electrodomésticos en Argentina. La caída del consumo, la inflación y las dificultades para importar productos están complicando a varias empresas, incluso a marcas históricas como Garbarino y Compumundo, que hoy atraviesan procesos judiciales y están en venta.
En los últimos meses, trabajadores de distintas cadenas habían notado la disminución de mercadería: cada vez había menos celulares de última generación, televisores y notebooks disponibles. Sostener locales de gran tamaño se volvió económicamente inviable, y la decisión de cerrar se transformó en una medida casi inevitable.