Telefónica se desploma a nivel mundial: qué pasó con la gigante empresa de telecomunicaciones

Tras anunciar ajustes estratégicos y mientras especula con recurrir a una ampliación de capital para apuntalar su crecimiento. Los detalles.
Telefónica. Foto: EFE
Telefónica. Foto: EFE

Telefónica atraviesa un momento complejo: su cotización bursátil se hundió de forma notable tras anunciar ajustes estratégicos, mientras especula con recurrir a una ampliación de capital para apuntalar su crecimiento. El mercado parece reaccionar con dureza ante señales que mezclan indecisión, necesidad de liquidez y un horizonte poco claro en torno a la empresa gigante de telecomunicaciones.

En los primeros seis meses del 2025, Telefónica reconoció un escenario poco alentador: pérdidas millonarias en sus operaciones latinoamericanas y una reducción del dividendo para 2026 que cayó a la mitad. Estos hechos derrumbaron la confianza de los inversores y aceleraron la caída de la acción, que llegó a retroceder más del 11% en una sola sesión.

El presidente de la compañía, Marc Murtra, reconoció que para acometer una “operación relevante” podrían recurrir a una emisión de nuevas acciones. Fuentes del mercado estiman que dicha ampliación podría situarse entre los 3.000 y los 10.000 millones de euros.

Telefónica. Foto: Reuters (Nacho Doce)
Telefónica. Foto: Reuters (Nacho Doce)

La estrategia de consolidación de Telefónica -que incluye desinversiones en Hispanoamérica y focos de crecimiento en España, Brasil, Alemania y Reino Unido— necesita financiamiento. Sin embargo, el doble golpe de los resultados y la propuesta de recortar dividendos generó una reacción adversa del mercado, que castiga la incertidumbre cuando se mezcla con deuda elevada y ambiciones expansivas.

Para los analistas, Telefónica está ingresando a una fase de transformación “dolorosa”, pero necesaria. Este análisis se dio teniendo en cuenta que una empresa de su tamaño recurrió a instrumentos, como la ampliación de capital, en un ambiente bursátil ya volátil.

Además, la participación del Estado a través de Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) como accionista refuerza la presión tanto económica como política.

De esta manera, Telefónica se encuentra en un punto de inflexión: la caída de su cotización es la expresión más visible de un problema subyacente que mezcla estrategia, financiación y confianza. Si no logra probar al mercado que el plan funciona —y que la ampliación de capital no es simple paliativo sino palanca de transformación— el desplome puede seguir profundizándose.