Secretos de Malvinas: el radar que salvó a los soldados argentinos durante la guerra

El 2 de abril se cumplieron 43 años del inicio de la Guerra de Malvinas, un conflicto bélico que enfrentó a la Argentina con Reino Unido en reclamo legítimo de la soberanía sobre las islas. Una herida que no sana, pero que es necesaria recordar para generaciones futuras.
Toda la defensa aérea argentina en las islas dependía de un solo radar, uno que si caía dejaba a las tropas completamente ciegas, así funcionaba. El motivo de por qué fue tan importante y cómo, pese a todos los intentos británicos, nunca pudieron destruirlo.

El secreto de Malvinas
El radar AN/TPS-43 era uno táctico de largo alcance, fabricado por Estados Unidos, Argentina lo había adquirido años antes y durante la guerra lo instaló en la cima de Puerto Argentino. Un lugar que no fue casual, ya que era el punto más alto, permitiéndole tener la mayor cobertura posible al ver a distancias impresionantes y poder detectar aviones enemigos y hasta dirigir vuelos propios. También, desde allí, se organizaba toda la defensa aérea argentina de las islas: era los ojos del ejército nacional en el aire.
El radar tenía un alcance de más de 400 kilómetros, permitiéndole detectar aviones británicos mucha antes de estar a una distancia considerablemente cerca. Una ventaja estratégica crucial de la cual los británicos estaban al tanto, intentando destruirlo más de una vez con bombardeos de aviones Harrier, disparando misiles y hasta con sospechas de sabotaje con comandos SAS.
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En uno de esos ataques, las bombas cayeron cerca, pero el equipo logró seguir funcionando. Cada vez que se dañaba, técnicos y soldados corrían para arreglarlo, muchas veces bajo fuego. Detrás de este aparato había personas, algunas sin experiencia de combate y pasando horas monitoreando pantallas, esperando cualquier señal del enemigo. La tensión era constante, sabían que si eran descubiertos los iban a atacar, si el radar caía todo quedaba en la oscuridad.

Gracias a este sistema, los aviones podían despegar a tiempo y se lograron salvar varias vidas. Incluso los ataques británicos se hicieron cada vez más intensos, pero este nunca fue destruido, ya que el bombardeo enemigo fallaba. Lo cierto es que rara vez se menciona esto cuando se habla de la guerra y los héroes de Malvinas.
No fue Chile: el enemigo invisible que Argentina debió afrontar y decidió la guerra
Era abril de 1982 y tras el éxito de la Operación Rosario, Argentina retoma el control de las Islas Malvinas mientras se prepara para el contraataque británico. Pero desde las sombras un enemigo en silencio se une a la “cruzada al sur” dirigida por Margaret Thatcher: Francia.
Desde París, el presidente socialista Mitterrand no tardó en contactar a la conservadora Thatcher para asegurarle el total respaldo francés en el conflicto. Dos días después, el 4 de abril, el ministro de Defensa galo recibió un pedido británico de asistencia técnica para evaluar las capacidades aéreas argentinas. La respuesta fue inmediata.

Pilotos franceses expertos en aviones Mirage volaron al Reino Unido para realizar maniobras conjuntas con los Harrier británicos. El objetivo era claro: enseñarles cómo contrarrestar el poder aéreo argentino equipado con tecnología francesa. Además, Francia bloqueó el envío de diez misiles Exocet y detuvo toda entrega de armamentos que la Armada Argentina ya había adquirido antes del conflicto, sumándose al bloqueo establecido por la comunidad europea.

Pero el apoyo del París, además de técnico y político, fue logístico. En un acto que casi roza la declaración de guerra, Francia exigió a Senegal -una de sus ex colonias- que permitiera a los británicos operar desde el aeropuerto de Dakar para facilitarle la conexión aérea hacia la isla Ascensión. Desde esta isla controlada por Estados Unidos, despegaron los bombarderos británicos que atacaron sin cesar las Malvinas.
Aunque muchas veces busca ocultarse, el apoyo de Francia, la OTAN y la comunidad europea fue clave para la victoria de Reino Unido. De otra manera, se habría visto obligado a negociar ante la valiente resistencia argentina.