Intentan ejecutarlo con una inyección letal y sobrevive

Doyle Lee Hamm tiene 61 años y padece un cáncer terminal. Como no podían usar sus manos y brazos, lo pincharon por todo el cuerpo y no pudieron matarlo.
Doyle Lee Hamm
Doyle Lee Hamm

El estado de Alabama habia administrado la inyección letal a Doyle Lee Hamm, un hombre de 61 años condenado por asesinar al recepcionista de un motel durante un asalto en 1987.

Sin embargo, el New York Times contó los detalles de la "ejecución" de Hamm en Alabama, ciertamente dignos de una película de terror.

Doyle Lee Hamm lleva 30 años en el Corredor de la Muerte y está muriendo de cáncer, con un estado de salud ya tan precario que los médicos de la prisión debieron estudiar en que parte de su cuerpo le podían administrar el cóctel de drogas mortal, ya que en sus manos y brazos resultaba imposible por su extrema delgadez.

Así se concluyó en que "sus piernas eran aptas" para la inyección y luego de más dilaciones judiciales, el Tribunal Supremo ordenó que se lo ejecutara el pasado jueves. Así lo llevaron a la sala de ejecuciones, donde los médicos de la prisión lo sometieron a una literal sesión de tortura, insertando la aguja letal en su ingle una decena de veces, perforando incluso su vejiga en busca de una arteria, hasta cesar en esa danza macabra luego de varias horas justo antes de medianoche, enviando al reo de nuevo a su celda.

Según contó Bernard Harcourt, abogado de Lee Hamm,"fue una injusticia para la justicia, una sesion de tortura". El caso ha convertido a Doyle Lee Hamm en el primer reo que sale de la sala de ejecuciones de Alabama con vida. Para cerrar la tremenda historia, vale resaltar la frase del Comisionado de Correcciones de Alabama, Jeff Dunn, para referirse al tema: "No necesariamente caracterizaría lo que tuvimos esta noche como un problema...".