La guerra más corta de la historia: duró menos de una hora, causó 500 muertes y cambió el poder colonial en África

Un enfrentamiento entre el Imperio británico y un ejército conformado por un sultán de Zanzíbar, tuvo una duración inédita en la historia.
La guerra más corta de la historia tuvo lugar en África.
La guerra más corta de la historia tuvo lugar en África. Foto: Wikipedia.

Mientras que la guerra más larga de la historia duró más de 300 años, el enfrentamiento más corto jamás registrado tuvo una duración de entre 38 y 45 minutos.

El 27 de agosto de 1896, Zanzíbar, un archipiélago frente a la costa de África Oriental, fue escenario de un conflicto bélico que pasaría a la historia no solo por el increíble récord que ostenta, sino también porque marcó el fin de cualquier resistencia significativa por parte de la élite local y reforzó la hegemonía británica en la región.

La guerra anglo-zanzibariana. Foto: Wikipedia.

Las insólitas circunstancias que rodearon a la guerra anglo-zanzibariana resultan igualmente sorprendentes. El conflicto se desató tras la muerte del sultán Hamad bin Thuwaini —aliado de los intereses británicos y fallecido en condiciones sospechosas— y la posterior proclamación de su primo, Khalid bin Barghash, como sucesor. Este último, acusado de envenenar a su familiar para acceder al trono, era visto por Inglaterra como una figura hostil al protectorado, y su ascenso se produjo sin el consentimiento de dicha nación.

El Imperio británico, decidido a mantener su influencia en la región, emitió un ultimátum para que Khalid abandonara el palacio. Lejos de hacerlo, fortificó el palacio y reunió un ejército de aproximadamente 2.800 hombres.

Como consecuencia, las fuerzas británicas abrieron fuego con una potencia abrumadora, hundiendo embarcaciones y destruyendo instalaciones clave en cuestión de minutos. La desproporción militar y la rapidez de la ofensiva hicieron que el enfrentamiento terminara casi tan rápido como había comenzado, sellando así su lugar en la historia como la guerra más breve jamás librada.

El palacio del sultán, destrozado. Foto: Wikipedia.

Las bajas en las filas de Khalid se estimaron en unas 500 personas, mientras que los británicos solo reportaron un herido leve.

Una guerra corta, pero con fuertes consecuencias en África

La victoria británica no solo consolidó su control sobre Zanzíbar, sino que también instaló a Hamoud bin Mohammed, más alineado con los intereses del imperio europeo, como sultán bajo estrictas condiciones de cooperación con el protectorado.

Esta maniobra, además, aseguró décadas de influencia británica en el archipiélago, que permaneció bajo su control hasta 1963, año en que finalmente alcanzó su independencia y se convirtió en un Estado soberano.

Este episodio también quedó grabado en la historia de un continente entero dado que, tras su finalización, los británicos utilizaron su influencia para avanzar en la abolición del comercio de esclavos. Esta situación tuvo un impacto económico y social significativo, dejando a muchos antiguos esclavos en condiciones de pobreza extrema.

Por si fuera poco, el conflicto también evidenció las tensiones entre las potencias coloniales europeas. El hecho de que Khalid lograra escapar del palacio y se refugiara en el consulado alemán, donde permaneció bajo protección diplomática, subrayó las rivalidades entre Alemania y Gran Bretaña en África Oriental.