La sombra de la bomba atómica, por Andrés Repetto

Hace tan solo cuatro años, ¿imaginábamos concretamente que el mundo iba a ser escenario de ensayos con explosiones atómicas?
Armas nucleares. Foto: Pixabay.
Armas nucleares. Foto: Pixabay.

Los invito a viajar en el tiempo unos pocos años atrás, no más de cuatro años, y preguntarnos si veríamos como algo posible algunas de las cosas que hoy son parte de nuestra realidad global.

Hace tan solo cuatro años, ¿imaginábamos concretamente que el mundo iba a ser escenario de ensayos con explosiones atómicas? De mi parte les doy un “no” rotundo. Tampoco, por supuesto, imaginé que Europa estaría en una guerra de esta magnitud .

Volvamos al presente: Donald Trump, de forma imprevista y minutos antes de reunirse con el presidente chino Xi en Corea del Sur para hablar de un sin número de situaciones a resolver, muchas generadas por él, anunció que EE.UU. comenzaría a hacer pruebas nucleares.

Una noticia que tomó por sorpresa a todos, me pregunto si también a sus colaboradores, algo que no me extrañaría pero sí debería preocuparnos.

Pero más allá de si sus asesores y ministros sabían de este anuncio, el resto del mundo no. En este contexto es algo doblemente peligroso para la estabilidad global.

En estos dìas ante el anuncio de la posible entrega de misiles de mayor alcance por parte de la OTAN (Estados Unidos via países europeos) a Ucrania llevó a importantes advertencias directas de Rusia. A su vez, y de manera casi simultánea, Moscú desplegó ensayos con misiles con capacidad nuclear y torpedos drones (Poseidón) anunciado su éxito en todas las pruebas.

De acuerdo al presidente estadounidense, en este marco es que decidió dar la orden de realizar explosiones atómicas, algo que fue después ratificado por su vicepresidente para saber, según afirmó Vance, comprobar la operatividad del arsenal nuclear del país.

No se hicieron esperar las críticas de las Naciones Unidas pero también de Rusia quien sostuvo que, si bien Estados Unidos es soberano, ellos podrían comenzar inmediatamente a hacer lo mismo.

Con este anuncio, Washington rompe acuerdos internacionales firmados décadas atrás y pone sobre la mesa de la guerra en marcha con escenario en Ucrania la impredecibilidad de lo que conlleva detonar explosiones nucleares.

Una frase que se repite desde hace meses en distintos países de la OTAN es que se están preparando para la guerra porque quieren la paz. A esta altura del conflicto, y a un paso de ser abierto, es de qué tipo de guerra se está hablando. Qué realidad podemos proyectar cuando las armas atómicas son detonadas y los misiles con capacidad nuclear son lanzados para demostrar que todo puede utilizarse en el campo de batalla.