Estados Unidos refuerza a un gigante de Asia: autorizó la venta de importantes bombas planeadoras de precisión
Washington dio el visto bueno a la posible venta de 624 bombas guiadas GBU-39/B por 118,8 millones de dólares. El armamento, fabricado por Boeing, reforzará la capacidad defensiva de ese país asiático y la interoperabilidad con Washington.
El gobierno de los Estados Unidos autorizó la posible venta de un nuevo lote de bombas planeadoras GBU-39/B SDB-I para que sean destinadas a equipar los aviones cazas de la Fuerza Aérea de Corea del Sur.
La operación está valuada en 118,8 millones de dólares y fue recientemente notificada por el Departamento de Estado al Congreso estadounidense, como parte del Programa de Ventas Militares al Extranjero (FMS), lo que representa un paso obligatorio para su aprobación definitiva.
Municiones guiadas de precisión
Estas GBU-39/B, también conocidas como Small Diameter Bombs-Increment I (SDB-I), son municiones guiadas de precisión que se caracterizan por su diseño compacto y su capacidad de planeo.
Tienen un peso aproximado de 110 kilos y pueden ser integradas en una amplia variedad de aeronaves de combate. Están en servicio en la Fuerza Aérea de Estados Unidos desde el 2006 y cuentan con diferentes tipos de guía, tales como GPS, láser o inercial, y alcanzan distancias superiores a los 100 kilómetros cuando son desplegadas desde el aire.
Esto último les permite a los aviones golpear objetivos con elevada precisión y a su vez mantenerse fuera del radio de amenazas enemigo.
Según la Agencia de Cooperación en Defensa y Seguridad (DSCA), Corea del Sur solicitó específicamente la compra de 624 unidades, una operación que tendría como proveedor principal a la empresa aeroespacial Boeing, responsable de la fabricación del sistema.
Asimismo, la notificación también señala que la autorización complementa pedidos previos de Seúl de adquisición de 387 bombas GBU-39/B por un total de 18,8 millones de dólares.

El Departamento de Estado resaltó que la venta contribuirá a fortalecer las capacidades defensivas de Corea del Sur y a reforzar la interoperabilidad con las fuerzas estadounidenses.
Según se indicó oficialmente, “la operación mejorará la capacidad de la República de Corea para hacer frente a amenazas actuales y futuras, al incrementar su capacidad crítica de defensa aérea y disuadir la agresión en la región”.
A su vez, subrayó que Seúl ya opera este tipo de armamento, por lo que no prevé dificultades para su incorporación.















