Ataques cruzados entre Irán e Israel: ¿advertencias simbólicas o el comienzo de otra guerra a gran escala?

Una gran duda en todo este escenario es qué posición tiene EE.UU. De ello depende responder una pregunta esencial: ¿Israel actuó con el beneplácito de EE.UU., o en contra de los intereses de Washington?

Por Geopolítica en Acción

Viernes 13 de Junio de 2025 - 16:05

Ataque de Irán contra Israel. Foto: EFE Ataque de Irán contra Israel. Foto: EFE

Israel atacó a Irán, que a su vez respondió con misiles sobre Tel Aviv. Eso es lo que sabemos. El por qué, para qué y qué puede pasar pertenecen al terreno de las especulaciones, por lo que analizar la situación requiere una dosis extra de prudencia. Así que, con más preguntas que certezas, aventuramos un breve análisis sobre lo que está en juego en este asunto.

Empecemos por recordar lo que pasó en las últimas semanas. En el plano interno, Netanyahu estaba, y está, bajo mucha presión. Debió enfrentar hace pocos días una moción de censura sobre su gobierno que sorteó con éxito por poco. Con el país en estado de guerra, los nuevos reclutamientos no avanzan como el ejército israelí necesita, y esto lleva al gobierno a presionar sobre la incorporación de los ortodoxos a las fuerzas armadas, algo a lo que estos se niegan y es otra fuente de tensiones internas. Habría llegado a un acuerdo momentáneo, que permite a Netanyahu sobrevivir al menos por seis meses más. Pero no es un dato menor que algunos miembros de su coalición sean partidarios de, justamente, atacar a Irán.

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Por otro lado, también hace pocos días la Organización Internacional de Energía Atómica criticó a Irán por no cumplir su plan nuclear, señalando que la nación persa continuaba con su enriquecimiento de uranio y estaba muy próxima a estar en condiciones de fabricar una bomba nuclear. Esto es inaceptable para Israel, que considera a Irán un peligro para su seguridad nacional, y su principal enemigo en Medio Oriente.

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El ataque podría ser una consecuencia lógica luego de los acontecimientos del 2024: Israel derrotó a Hezbollah, la organización libanesa patrocinada por Irán; jugó un papel en el golpe contra Bashar al-Asad en Siria, un gobierno que se sostenía en buena medida gracias a Teherán. Dos hechos que debilitaron la posición de Irán en Medio Oriente, por lo que es posible que Israel quiera completar la faena y derrotar a Irán de forma irreversible.

¿Pero será eso lo que se esconde detrás del ataque? La realidad es que pareciera haber algo todavía más relevante.

Antes del ataque estaban en curso las negociaciones entre EE.UU. e Irán para aliviar sanciones a cambio de que Teherán aceptara controles sobre su plan nuclear. El objetivo de Washington sería evitar que los persas desarrollen una bomba atómica. Energía nuclear para uso civil, sí; bomba atómica, no.

Pero desde Israel consideran estas negociaciones una traición. El razonamiento sería el siguiente: si el acuerdo se firma, se levantan las sanciones sobre Irán. Su economía seguramente mejoraría y eso le permitirá aumentar su capacidad militar. Bomba atómica o no, Irán es una amenaza igual y la única opción sería atacar. Israel atacó.

Una gran duda en todo este escenario es qué posición tiene EE.UU. De ello depende responder una pregunta esencial: ¿Israel actuó con el beneplácito de EE.UU., o en contra de los intereses de Washington? Muchos pensarán que lo segundo es una locura. Creemos que no.

Mehdi Taremi en la selección de Irán. Foto: REUTERS.

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¿Israel actuó con el visto bueno de EE.UU. o no?

Uno de los escenarios posibles es que Israel haya actuado con el visto bueno de EE.UU. después de que las negociaciones con Irán no avanzaran conforme a los intereses de la gran potencia americana. En este caso el ataque no habría tenido la intención de destruir a Irán, sino de actuar como un llamado de atención para que acepte los términos que se le ofrecen. Es decir, un ataque preciso y limitado.

Pero también podría ser lo contrario: es posible que en realidad las negociaciones estuviesen llegando a buen puerto e Israel, en un intento por abortar el acuerdo, haya decidido atacar a Irán con el fin de provocar un conflicto que tire por la borda todo lo acordado entre Washington y Teherán. No sería la primera vez.

Protestas en Irán tras ataques de Israel que dejaron altos mandos militares muertos. Foto: EFE. Protestas en Irán tras ataques de Israel que dejaron altos mandos militares muertos. Foto: EFE.

Es llamativo el comunicado de la Secretaría de Estado de EE.UU., conducida por Marco Rubio, que no define si el país está de acuerdo con el ataque o no. “Israel nos informó que cree que esta acción es necesaria para su propia defensa”, se limita a decir. “Seamos claros, Irán no debe atacar los intereses ni al personal estadounidense”, dice también. ¿Es una amenaza? ¿O le está diciendo Marco Rubio a Irán que EE.UU. no tiene nada que ver, y que por ende no debe caer en la trampa que pone Israel? 

Hace pocas semanas Trump viajó a Medio Oriente y recorrió algunos países árabes pero no hizo pie en Israel, cosa que alarmó a los dirigentes hebreos. Pareciera haber diferencias entre los planes de EE.UU. para la región, y los de Tel Aviv.

Irán, por lo pronto, aunque públicamente señala a Israel como una amenaza a su seguridad nacional, pareciera tener otros objetivos que una guerra que no lo encuentra en su mejor momento. En efecto, también pareciera tener interés en alcanzar un acuerdo, aunque ello le implicaría tener que dejar para el futuro desarrollar armas atómicas. Irán decidió reaccionar, aunque este hecho admite al menos dos interpretaciones:  ¿responderá de compromiso para salvaguardar su dignidad, mientras sigue negociando? ¿O decidirá jugar el juego que propone Israel y escalar la guerra? 

Esto último tendría implicancias difíciles de medir. Un conflicto que involucre a Irán afectaría el flujo de petróleo que pasa por el Estrecho de Ormuz, la “yugular del petróleo”, según Nixon. El precio ya comenzó a subir y, en caso de guerra, su techo podría ser intolerablemente alto. Ello afectaría a todos, pero especialmente a China, principal destino del petróleo que se produce en esta región.

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