Los testimonios de familiares de los rehenes asesinados por Israel: "Dentro de nuestro gobierno no confío en nadie"

Familiar de rehenes. Foto: Reuters.

El Ejército israelí admitió que mató a tres rehenes "por error" en Shujaiya, lugar al que definieron como una "intensa zona de combate". Según un vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los soldados identificaron como sospechosos a los cautivos ya que "los terroristas se mueven vestidos de civil, en zapatillas y jeans, hay muchas emboscadas". Los padres de los rehenes habían interpelado críticamente al gobierno israelí para liberar a sus familiares.

Los rehenes israelíes asesinados por el Ejército de Israel. Foto: Reuters.

Según el portavoz militar, Richard Hetch, los rehenes "iban sin camiseta y llevaban una bandera blanca improvisada". "Los terroristas se mueven vestidos de civil, en zapatillas y jeans, hay muchas emboscadas. Tratan de engañarnos, nos hablan en hebreo (...) Las fuerzas están bajo intensa presión", añadió explicando la confusión de los castrenses a la hora de disparar a los cautivos israelíes. 

De esta manera, un soldado israelí identificó a los rehenes como figuras sospechosas, por lo que "se sintió amenazado y abrió fuego contra ellos". "Dos mueren inmediatamente, uno resulta herido y regresa corriendo al edificio. Entonces escucharon un grito de ira. Oyeron como pedía ayuda claramente en hebreo. Entonces el comandante del batallón emitió una orden de alto el fuego", agregó Hetch.

Funeral de Samer Tlalaka, rehén asesinado por el Ejército israelí. Foto: Reuters.

Sin embargo, hubo otro disparo de fuego hacia esa persona, que era el tercer cautivo quien finalmente murió, un episodio que "viola las normas de combate" del Ejército israelí, según el portavoz. En este sentido, Hetch insistió en que todos estos datos por el momento son preliminares y que hay en marcha una investigación "al más alto nivel" sobre ese "trágico accidente", por lo que más precisiones saldrán a la luz próximamente.

Hetch también afirmó que cerca del lugar del incidente, en el barrio de Shujaiya -uno de los bastiones del grupo islamista Hamás-, a unos cientos de metros, encontraron un edificio con un cartel con las letras SOS en la fachada. "Estamos investigando si hay alguna conexión entre el edificio y el paradero de los rehenes. Vamos a escanear el área y todas las estructuras", detalló.

Manifestaciones en Israel piden que vuelvan los rehenes. Foto: Reuters.

Los rehenes que murieron son Yotam Jaim, un músico de 28 años, y Alon Lulu Shamriz, un estudiante de informática de 26 años, ambos captados durante el ataque del 7 de octubre en el kibutz de Kfar Aza; además de Samer Fuad al Talalka, un ciudadano beduino israelí de 25 años, natural de Hura, que fue tomado cautivo en el restaurante familiar cercano al kibutz Nir Am en el que trabajaba.

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Los testimonios de los familiares de los rehenes

Anteriormente, muchos familiares de los rehenes hablaron con medios locales pidiendo su liberación. "Durante el día estoy ocupado con las comunicaciones y las relaciones públicas. Por la noche, en mi cama, desahogo mi dolor", dijo Avi Shimriz, padre de Alon, al Canal 12 de Israel antes de que ocurra el asesinato. "Mi mujer la mayor parte del día está sentada llorando", agregó.

Padre de Alon Shamriz. Video: YouTube.

"Somos un kibutz que desea la paz. No tengo ninguna duda [de que hay alguien con quien hablar al otro lado]. No todo el mundo es Yahya Sinwar", dijo el padre de Alon, en referencia al líder del grupo islámico Hamás. "Por un lado, me alegro por todos los rehenes que han regresado [con vida]. Por otro lado, estoy muy enfadado con quienes toman las decisiones en nuestro gobierno. Deberían haber liberado ya a todos", añadió críticamente hacia el gobierno israelí. 

"Dentro de nuestro gobierno no confío en nadie. ¿Es su hijo el que está sentado en un túnel? Mi hijo está sentado en un túnel. Mi hijo no tiene oxígeno. Mi hijo come media pita al día. Quiero a mi hijo aquí cuanto antes", remató. 

Funeral de Samer Tlalaka, rehén asesinado por el Ejército israelí. Foto: Reuters.

El hermano de Alon, Yonatan, se hizo eco de las críticas: "Aquí, en Israel, es como hablarle a una pared. Puedes organizar manifestaciones, cogerte de las manos, encender velas, hacer pancartas, pero [el gobierno] solo quiere dar la impresión de que no está en sus manos".

"Aquí, en Israel, es como hablarle a una pared. Puedes organizar manifestaciones, cogerte de las manos, encender velas, hacer pancartas, pero [el gobierno] solo quiere dar la impresión de que no está en sus manos"

Además, Iris, la madre de Yotam Jaim dijo que "algunas personas piensan que si no gritan, nadie traerá de vuelta a sus hijos. Yo les digo: podemos hacerlo pacíficamente y mediante un diálogo respetuoso. Los niños volverán, no tengo ninguna duda". "Vemos que están matando a soldados que están intentando traer de vuelta a mi hijo, ¿cómo puedo seguir gritando 'hagan algo'?", preguntó. 

"¡Traigan de vuelta a nuestros hijos! ¿Cuánto tiempo podemos aguantar esto? Ya han pasado dos meses. Las familias estamos colgadas. No sabemos nada", añadió el padre de Samer Talalka. "La semana pasada teníamos esperanzas, por la tregua. Dijeron que sacarían a los niños y a las mujeres, y esperamos a ver si éramos los siguientes en tener suerte. Y no tuvimos suerte. Las grandes esperanzas están ahora por el suelo [...] y la guerra se ha reanudado", concluyó. 

En este marco, de las más de 240 personas que Hamás secuestró en suelo israelí durante el atentado del 7 de octubre, todavía quedan 129 rehenes, de los que aproximadamente una veintena se cree están muertos. Las autoridades israelíes anunciaron también que rescataron a los cadáveres de tres cautivos que el grupo islámico capturó vivos, el civil francés-israelí Elia Toledano; y los soldados Nik Beizer y Ron Sherman.

"Junto con toda la nación de Israel, inclino mi cabeza con profundo dolor y lamento la caída de tres de nuestros queridos hijos que fueron secuestrados", dijo el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en un mensaje de condolencias a las familias.