Los tubos de PVC no son solo para las cañerías: el reciclaje los convirtió en macetas y cestos

Dos hermanas sudafricanas lograron encontrar una alternativa al desecho de las tuberías de PVC sin uso para evitar que se convierta en desecho y así cuidar el medio ambiente.
Cestos para ropa creados con tubos de PVC reciclados. Foto: Instagram/ mos.crib
Cestos para ropa creados con tubos de PVC reciclados. Foto: Instagram/ mos.crib

Los elementos sustentables cada vez toman más protagonismo, dado que crecen las prendas, accesorios y muebles que se fabrican con cuero ecológico, envoltorios de snacks y ahora, tuberías de PVC.

Estas tuberías conocidas por formar parte de la construcción de los hogares pueden tener una segunda vida útil, pero esta vez destinada a la decoración del hogar, como también para la organización de ciertas áreas.

Macetas creadas con tubos de PVC reciclados. Foto: Instagram/ mos.crib
Macetas creadas con tubos de PVC reciclados. Foto: Instagram/ mos.crib

Macetas creadas con tubos de PVC reciclados. Foto: Instagram/ mos.crib

La iniciativa de reciclar los desechos de PVC surgió de dos hermanas sudafricanas que buscaban una alternativa que no permita desecharlas estos caños y reducir la contaminación. Por esto, optaron por convertir estos residuos en nuevos productos.

Estas hermanas crearon un negocio llamado Mo’s Crib, que vende macetas y cestos para ropa, entre otros artículos para el hogar, a partir de los caños que no se vendían y terminaban en el basurero. “Cuando eres mujer y llamas a una empresa para pedir tuberías, no te toman en serio. Esa fue nuestra experiencia. Nuestra madre nos decía que debemos ponernos de pie y decir ‘aquí estoy’. Y eso es lo que hacemos”, aseguraron estas hermanas emprendedoras.

Las hermanas que originaron en proyecto. Foto: Instagram/ mos.crib
Las hermanas que originaron en proyecto. Foto: Instagram/ mos.crib

Las hermanas que originaron en proyecto. Foto: Instagram/ mos.crib

¿Cómo es el proceso de reciclaje?

En primer lugar, se deben ablandar los tubos de PVC, para luego cortarlos y, finalmente, tejerlos para darle una nueva vida útil a estos caños, volviéndolos macetas y cestos, entre otras cosas.

“Estamos orgullosas de ser las dos mujeres negras de Mabopane, un suburbio en Pretoria, que pudieron llevar adelante un negocio como este, que lograron hacerlo posible”, firmaron las dueñas de Mo’s Crib.