Regreso histórico: un depredador que se consideraba extinto reapareció después de 40 años

Vecinos de Seguin, en el centro de Texas, encendieron la alarma en redes sociales al reportar la presencia de un felino misterioso cerca de Link Road y la autopista estatal 46. Según las descripciones, el animal tiene cuerpo alargado y pelaje oscuro, lo que coincide con las características del jaguarundi, una especie considerada extinta en Texas desde mediados de los años 80.
Facebook se convirtió en el centro de estos testimonios que rápidamente captaron la atención de los medios locales. El meteorólogo Brad Sowder, de FOX San Antonio, mencionó los avistamientos en una publicación reciente, y otras personas afirmaron haber visto animales similares en Uvalde, Del Rio, Chappell Hill y Lake Jackson.

Un depredador esquivo con historia en Texas
Según el Departamento de Parques y Vida Silvestre de Texas (TPWD), el último avistamiento verificado de un jaguarundi ocurrió en 1986, cerca de Brownsville. Desde entonces, la especie ha sido considerada extirpada —es decir, extinta localmente— aunque todavía existen pequeñas poblaciones en el norte de México.
El jaguarundi es un felino del tamaño de un gato doméstico grande, con un peso de entre 4 y 8 kilos y una longitud que puede alcanzar los 76 centímetros. Su pelaje es uniforme, en tonos que van del marrón rojizo al gris oscuro, y a diferencia de otros felinos, suele estar activo durante el día, sobre todo al mediodía, cuando busca agua. Aun así, es extremadamente difícil de ver, ya que prefiere zonas densas y alejadas de la presencia humana.
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Estos presuntos avistamientos en áreas más urbanizadas resultan inusuales y despiertan preguntas entre expertos y naturalistas.

¿Un regreso natural o desplazamiento forzado?
Por el momento, el TPWD no confirmó oficialmente ninguno de los reportes. Biólogos y especialistas en fauna se muestran cautelosos ante la posibilidad del regreso del jaguarundi a Texas.
Rachel Malstaff, directora de mamíferos del Zoológico de San Antonio, explicó a News 4 que si bien es poco probable que la especie haya regresado de manera natural, la pérdida de hábitat en México podría estar forzando su desplazamiento hacia el norte, en busca de nuevas zonas para vivir.

La deforestación y el avance urbano en su entorno natural son factores que podrían explicar estos avistamientos en territorio texano, especialmente en zonas cercanas a la frontera con Estados Unidos.
Por ahora, la comunidad científica permanece atenta y los habitantes de la región mantienen la esperanza de que este esquivo depredador, desaparecido hace más de 40 años, haya encontrado el camino de regreso.