50 años después, un lago australiano revivió un espectáculo natural que creía extinto

Imágenes satelitales del instrumento MODIS del satélite Terra de la NASA, captadas entre el 29 de abril y el 12 de junio, muestran la evolución del fenómeno.
Lago Eyre. Foto: theaustralian
Lago Eyre. Foto: theaustralian

Las lluvias extremas otoñales en Queensland provocaron una transformación notable en el interior australiano: el lago Eyre, una vasta llanura salada ubicada en la región más árida del país, volvió a llenarse parcialmente, algo que no ocurría desde hace años.

Este sistema endorreico —que recibe el agua de aproximadamente una sexta parte del continente— suele permanecer seco, ya que el agua se evapora antes de llegar. Sin embargo, en 2025, los ríos desbordados por lluvias excepcionales comenzaron a verter sus aguas en el lecho del lago desde fines de marzo.

Un oasis resucitado por lluvias extremas en medio del desierto

A principios de mayo, el agua alcanzó el lago Eyre y continuó su expansión.

Imágenes satelitales del instrumento MODIS del satélite Terra de la NASA, captadas entre el 29 de abril y el 12 de junio, muestran la evolución del fenómeno: el agua ingresando desde el norte, extendiéndose hasta cubrir las áreas más profundas como el Golfo de Madigan y la Bahía Belt, a unos 120 km al sur.

Estos sectores, ubicados a más de 15 metros bajo el nivel del mar, son los puntos más bajos de Australia.

La última vez que se llenó por completo fue en 1974

Aunque no se espera que el lago se llene totalmente, como sucedió en 1974, cuando alcanzó una profundidad récord de 6 metros, expertos y guardabosques aseguran que el evento actual es uno de los más relevantes en décadas.

Para que el Eyre se llene en su totalidad, serían necesarios dos años consecutivos con precipitaciones excepcionales, debido a su enorme cuenca y las altas tasas de evaporación típicas del entorno desértico.

Lago Eyre. Foto: NASA
Lago Eyre. Foto: NASA

Explosión de vida silvestre: camarones, peces y millones de aves

Más allá del nivel alcanzado, la afluencia de agua ya ha provocado una verdadera explosión biológica:

  • Huevos de artemia que estaban latentes en el lecho seco eclosionaron.
  • Emergen camarones escudo, cangrejos de agua dulce y peces migratorios.
  • Millones de aves acuáticas migratorias —como pelícanos y cigüeñuelas— arriban al lugar desde China, Japón y otras regiones remotas.

Este espectáculo natural transforma el lago Eyre en un oasis efímero que atrae tanto a científicos como a fotógrafos, observadores de aves y visitantes locales.

Un fenómeno inusual que revela la resiliencia del ecosistema australiano

El evento actual pone de manifiesto la capacidad de regeneración de los ecosistemas más extremos del planeta y abre nuevas oportunidades para la investigación de fenómenos hidrológicos, biodiversidad adaptativa y los efectos del cambio climático en zonas áridas.