Lucha contra la contaminación: jóvenes chilenos convierten desechos peligrosos en combustible ecológico

Franco Cariqueo y Constanza Soto, estudiantes de la Universidad del Bío-Bío, encabezan una innovadora startup que convierte residuos peligrosos en combustible sostenible, ofreciendo una solución que aborda simultáneamente dos graves crisis ambientales en el sur de Chile.
Su emprendimiento, Calory Brics, procesa restos de podas de pino y eucalipto -especies altamente inflamables- para fabricar briquetas compactas.
Esta iniciativa busca mitigar el riesgo de incendios forestales catastróficos y reducir la contaminación atmosférica domiciliaria.
El problema forestal y su impacto devastador
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En la región del Bio BIO, el sector forestal es un pilar económico clave, pero está dominado por monocultivos de pino y eucalipto que desplazan al bosque nativo.
Los residuos de poda abandonados crean ambientes ideales para la propagación de incendios. El año 2023 evidenció este riesgo cuando un incendio arrasó 360.000 hectáreas, destruyó 1.400 hogares y cobró 25 vidas.
Franco Cariqueo explica su solución: “Se puede reducir en hasta un 60% la propagación del mismo incendio si se realiza esta retirada de residuos de manera estratégica… generando cortafuegos".

Contaminación del aire: un asesino silencioso
Paralelamente, la región enfrenta una grave crisis de calidad del aire. Cerca de dos millones de hogares dependen de estufas de combustión lenta, donde frecuentemente se quema leña húmeda.
Constanza Soto alerta: “Cerca del 87% de las emisiones de material particulado 2,5 a nivel nacional se deben al uso de leña húmeda a nivel domiciliario".
Estas emisiones, partículas suspendidas en el aire, provocan enfermedades respiratorias que causan «más de 2.000 muertes anticipadas anuales en Chile».
La tecnología simple y accesible de las briquetas que transforman residuos
El proceso de Calory Brics elimina la humedad de los residuos forestales mediante compactación y secado, logrando una reducción del 10% en agua comparado con la leña tradicional.
“No contiene ni un químico de por medio, ni un aglutinante más que la lignina natural del propio material", destaca Soto. Su diseño garantiza compatibilidad con estufas existentes, a diferencia del pellet que requiere electricidad constante. “Muchas comunidades no tienen acceso estable a electricidad… nuestra solución usa infraestructura ya disponible", subraya Cariqueo.

Desafíos culturales y ventajas competitivas
Ambos reconocen que cambiar hábitos arraigados será complejo. “La resistencia al cambio va a ser uno de nuestros problemas más grandes… forma parte de su cultura“, admite Soto.
Sin embargo, destacan que trabajan en ofrecer un precio equitativo al de la leña tradicional, eliminando barreras económicas. Apuntan a consumidores que ya priorizan la sustentabilidad: “Hay personas que hoy eligen un estilo de vida distinto y hacia ellos queremos enfocarnos".
Más allá de la innovación técnica, estos jóvenes ingenieros se han convertido en referentes educativos en su universidad. Su modelo demuestra que gestionar estratégicamente los residuos forestales puede simultáneamente proteger ecosistemas, salvar vidas y limpiar el aire que respiran millones de chilenos.