Espectáculo natural: cuál es el árbol que “llora” y tiñe de amarillo las calles de la Ciudad de Buenos Aires
En los primeros días de diciembre, uno de los árboles más imponentes de la Ciudad inicia el proceso de floración. Basta con atravesar un parque para encontrarte con este fenómeno misterioso rodeado por un mito urbano.

En los primeros días de diciembre, uno de los árboles más imponentes de la Ciudad de Buenos Aires inicia el proceso de floración, tiñendo de amarillo las calles porteñas. Se trata de la tipuana tipu o simplemente tipa, especie que tiene una presencia que impacta.
Durante esta época, millones de flores titilan brevemente entre las hojas y se dejan caer flotando por unos instantes en el aire para luego pintar las veredas y calles, las plazas y los parques.

Cómo es la tipa, el árbol que “llora”
Se trata de un árbol de gran porte, llegando hasta 40 metros de altura y un diámetro de 1,50 metros. Posee fuste mediano y generalmente recto, mientras que su corteza es gruesa y de color pardo grisáceo, con resquebrajaduras longitudinales paralelas.
Las flores de la tipa son de un color amarillo fuerte con tintes anaranjados y brotan en grupos. Su floración dura unas tres semanas y es breve en comparación con la de otros árboles como, por ejemplo, la del jacarandá, que dura unas cuatro semanas. Su característica distintiva es la caída incesante “la lluvia de flores”.
A un ritmo acelerado, el árbol desprende las flores de sus ramas y, sin distinción del momento de formación en el que se encuentren -ya sean pimpollos o estén plenamente abiertas-, se precipitan impulsadas por el viento hacia el suelo. Allí, forman alfombras amarillas alrededor de las raíces, sobre el verde de los parques o el gris de las veredas.

Los expertos dicen que es muy difícil saber de manera acabada la cantidad de flores que produce un ejemplar, en tal caso siempre el número será muy superior a las mil flores dado el porte que tienen la mayoría de los ejemplares existentes.
Por qué “lloran” las tipas
Basta con atravesar un parque o esperar un colectivo debajo de estos árboles para encontrarte con este fenómeno misterioso: una especie de rocío o lluvia tenue que se desprende de sus hojas. Los mitos urbanos hablan también de lo que denominan “el llanto de las tipas”.
De todas maneras, esta especie de rocío sentimental al que aluden, unas gotas azucaradas que pueden sentirse al pararse debajo de las tipas, tiene poco de poético.
Estas gotas, pegajosas al tacto, son producto del trabajo de un insecto, la “chicharra de la espuma” o cephisus siccifolius. Se trata de una pequeña chinche, que se alimenta de la savia del árbol.

En su estado juvenil, succiona la savia con su aparato bucal de las hojas de la tipa y lo que no es consumido es eliminado. Al hacerlo, se mezcla con el aire y se forma una especie de burbuja que protege al insecto durante su desarrollo.
“Las burbujas parecen copos de espuma en las ramas. Una vez que adquieren determinado tamaño, caen en forma de gotas”, explicó el ingeniero agrónomo Jorge Fiorentino.


















