Un jardín lleno de vida: como atraer los zorzales a tu casa con este método natural y eco friendly
La naturaleza puede estar presente en todo su esplendor con este truco en tu terraza, patio o incluso en el balcón. Cómo aplicarlo correctamente.

Con la llegada de los primeros calores de la primavera y el verano, cada vez más personas buscan disfrutar de tener contacto con la naturaleza en sus casas y, una de las formas más encantadoras de hacerlo es observando el comportamiento de los zorzales. Conocidos por su característico canto celestial durante la mañana temprano o justo antes del atardecer, su comportamiento amigable y sus pequeñas patitas que decoran el área urbana, son de los pájaros más lindos para ver.

Atraer a estos pajaritos a nuestro hogar y darles un refugio seguro mientras los observamos puede ser muy sencillo gracias a un pequeño truco. No hace falta enjaular animales para poder apreciarlos, ya que este tip es económico y sin riesgos para las aves: ofrecerles frutas maduras en una bandeja.
Frutas maduras: un imán natural para los zorzales
El zorzal es un ave que se alimenta tanto de frutas como de pequeños insectos. Por eso, colocar trozos de manzana, pera, uvas u otras frutas bien maduras se convierte en una invitación irresistible para ellos. Las aves perciben rápidamente estas fuentes de alimento y suelen volver todos los días al mismo sitio si encuentran comida disponible.
Las frutas maduras tienen varias ventajas y son sumamente eco friendly:
- Son fáciles de digerir.
- Aportan energía para su actividad diaria.
- Son similares a los alimentos que consumen en estado silvestre.

Cómo preparar el espacio para recibirlos
Para aumentar las chances de que los zorzales visiten el jardín de forma habitual, se recomienda seguir algunos consejos prácticos:
- Usar bandejas amplias y poco profundas, donde las aves puedan posarse sin dificultad.
- Cambiar la fruta a diario y retirar los restos en mal estado para evitar olores o insectos indeseados.
- Ubicar el alimento en zonas tranquilas, lejos del movimiento constante de personas o mascotas.
Este simple gesto no solo embellece el entorno con la presencia de estas aves cantoras, sino que también fomenta la conexión con la biodiversidad local de forma respetuosa y amigable.











