Chile lanza un plan de 15 años para salvar al huillín, una icónica nutria patagónica en peligro de extinción

La hoja de ruta aprobada por decreto apunta a preservar hábitats, reducir impactos humanos y fortalecer la conservación de la nutria nativa. El Plan RECOGE propone una coordinación inédita entre organismos públicos, científicos y organizaciones ambientales.

Huillín, un tipo de nutria gigante nativa en peligro de extinción.
Huillín, un tipo de nutria gigante nativa en peligro de extinción. Foto: Instagram / eduardo.saldias.andahur.

Chile puso en marcha una de las iniciativas de conservación más ambiciosas de los últimos años con el objetivo de salvar al huillín, una nutria nativa de la Patagonia cuya supervivencia se encuentra seriamente comprometida.

Se trata del Plan de Recuperación, Conservación y Gestión (RECOGE), una estrategia de largo plazo con una duración prevista de 15 años que busca revertir el crítico estado de esta especie emblemática de los ecosistemas acuáticos del sur del país.

El plan fue oficializado esta semana mediante un Decreto Supremo publicado en el Diario Oficial y establece una coordinación inédita entre el Estado, organismos científicos, organizaciones ambientales y comunidades locales.

Huillín, un tipo de nutria gigante nativa en peligro de extinción. Foto: chile.wcs.org.

Chile oficializa una estrategia nacional para proteger al huillín, la nutria nativa amenazada

El huillín (Lontra provocax) está clasificado como “en peligro de extinción” desde 2011, y sus poblaciones se encuentran fragmentadas a lo largo de ríos, lagos, humedales y sectores costeros desde La Araucanía hasta Magallanes.

La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, subrayó la importancia del instrumento y su alcance ambiental. “Con la oficialización del Plan RECOGE asumimos con acciones reales que el Estado de Chile, con respaldo técnico y participación ciudadana, trabajará para evitar que el huillín desaparezca”, afirmó. En esa misma línea, agregó que “protegerlo es también proteger ríos, lagos y humedales sanos, esenciales para la adaptación al cambio climático”.

El plan se estructura en tres ejes estratégicos prioritarios: la protección y restauración de riberas, humedales y zonas costeras donde el huillín se alimenta y se reproduce; la reducción de amenazas humanas mediante el ordenamiento de actividades productivas e infraestructura; y el control de especies exóticas invasoras, especialmente el visón, que compite por alimento y territorio.

Huillín, un tipo de nutria gigante nativa en peligro de extinción. Foto: Instagram / eduardo.saldias.andahur.

A estas acciones se suman el fortalecimiento de la investigación científica, el monitoreo sistemático de las poblaciones y una fuerte apuesta por la educación ambiental y el trabajo territorial con comunidades locales. El proceso de elaboración del plan comenzó en 2023 e incluyó nueve talleres participativos que involucraron a más de 12 servicios públicos y cerca de 25 organizaciones no gubernamentales y centros académicos.

Desde el ámbito conservacionista, el respaldo fue inmediato. Maximiliano Sepúlveda, especialista del grupo de nutrias de la IUCN y Senior Officer de PEW, calificó el plan como “una herramienta clave para enfrentar la complejidad de proteger una especie altamente amenazada” y destacó que “el Plan RECOGE constituye un esfuerzo relevante al proponer una gobernanza multisectorial”. Según explicó, esto es fundamental porque “articula a distintos actores para abordar de manera coordinada la conservación de especies icónicas”.

El huillín es una especie mayoritariamente solitaria, de hábitos esquivos y estrechamente ligada a aguas limpias. Mide entre 1,1 y 1,3 metros, pesa hasta 15 kilos y enfrenta amenazas constantes como la pérdida de hábitat, la contaminación, la caza y la competencia con especies invasoras.