Temor por los “chupones de mar” en la costa argentina: qué son, cómo se originan y por qué representan un riesgo

Se trata de uno de los peligros naturales más frecuentes y, al mismo tiempo, menos comprendidos por quienes disfrutan de la playa durante el verano. Año tras año, provocan rescates, situaciones de riesgo y episodios que, en muchos casos, podrían evitarse con información adecuada.

Chupones de mar: el peligro silencioso que acecha en las playas argentinas durante el verano.
Chupones de mar: el peligro silencioso que acecha en las playas argentinas durante el verano.

Con la llegada del verano y la masiva concurrencia a las playas argentinas, un enemigo invisible vuelve a cobrar protagonismo: las corrientes de resaca, conocidas popularmente como “chupones de mar”.

Se trata de un fenómeno natural tan frecuente como peligroso, capaz de formarse incluso en días de sol pleno y mar aparentemente calmo, y responsable de numerosos rescates cada temporada.

Chupones de mar: el peligro silencioso que acecha en las playas argentinas durante el verano. Foto: Instagram @mar_del_plata.com.ar

Cómo se forman los chupones de mar y por qué el agua calma puede ser peligrosa

A diferencia de otros riesgos asociados al mar, los chupones no siempre se manifiestan con señales evidentes. Por el contrario, suelen ubicarse en sectores donde el agua parece más tranquila, sin espuma ni olas rompiendo, lo que genera una falsa sensación de seguridad. Esa calma engañosa es, justamente, uno de los principales factores de riesgo.

Según explica Alejandro Mittica, guardavidas y diplomado en Gestión política y deportiva para La Nación, el origen de estas corrientes se encuentra en un proceso constante y natural: “el mar necesita escapar”.

Cada ola que rompe contra la costa empuja agua hacia la orilla, generando una acumulación imperceptible a simple vista. Ese excedente busca regresar mar adentro y lo hace por los sectores más profundos, como canales entre bancos de arena, pozos o desniveles que cambian día a día.

Las corrientes de resaca, conocidas popularmente como “chupones de mar”. Foto: Perspectiva Sur.

Cuando el agua encuentra uno de esos caminos, se forma una corriente angosta y veloz que fluye hacia el mar con gran potencia. En muchos casos, la velocidad del chupón supera la capacidad de nado de una persona promedio, lo que explica por qué tantos bañistas entran en pánico al notar que no logran avanzar hacia la costa.

Qué hacer si una corriente te atrapa, según guardavidas

Los guardavidas describen este fenómeno como un sistema organizado: las olas empujan el agua, esta se desplaza lateralmente, se concentra en un punto profundo y finalmente es expulsada mar adentro. Más allá de la zona de rompiente, la corriente pierde fuerza, un dato clave para comprender cómo actuar en caso de quedar atrapado.

En las costas argentinas existen distintos tipos de chupones. Algunos son fijos y se forman cerca de estructuras como espigones, y otros son migratorios y cambian de ubicación según la dinámica de la playa; y también están los repentinos o “flash”, que pueden aparecer en cuestión de minutos tras una serie de olas más grandes.

Infografía sobre las corrientes de resaca, conocidas popularmente como “chupones de mar”. Foto: Facebook / Nueva Atlantis Web.

La recomendación de los especialistas es clara: no confiar en el aspecto del agua y prestar atención a las señales del entorno. Elegir playas con guardavidas, respetar sus indicaciones y observar dónde rompen las olas puede marcar la diferencia. En caso de ser atrapado por una corriente de resaca, la clave es no luchar contra ella, sino mantener la calma y nadar en paralelo a la costa hasta salir del canal.