Ola de calor en Argentina: paso a paso, cómo evitar el golpe de calor en mascotas ante las altas temperaturas
Los perros y los gatos también sufren el fuerte clima que trae el verano. Cuáles son los síntomas y qué hacer para evitarlos y cuidar su salud, según los veterinarios.

El golpe de calor en los perros y los gatos es una emergencia veterinaria que, de no ser tratada a tiempo, podría traer consecuencias fatales en cuestión de minutos. Por eso, durante la ola de calor que azota a varias ciudades en la Argentina, es muy necesario mantenerlos frescos y monitoreados en todo momento. Debido a su limitada capacidad para regular la temperatura corporal, estos animales están expuestos a riesgos graves. La prevención y la detección temprana de los síntomas son fundamentales para proteger su salud y su vida.
Expertos veterinarios advierten sobre cómo evitar el golpe de calor en mascotas, los riesgos del estrés térmico y ofrecen pautas clave para garantizar el bienestar animal durante el verano.

Con el aumento de las temperaturas estacionales, el riesgo de que los animales de compañía sufran cuadros de hipertermia se incrementa exponencialmente.
El golpe de calor en mascotas es una emergencia médica que ocurre cuando el organismo del animal supera su capacidad de termorregulación, alcanzando temperaturas internas críticas que pueden provocar fallos multiorgánicos en cuestión de minutos.
A diferencia de los humanos, perros y gatos no transpiran por la piel, sino que regulan su calor principalmente a través del jadeo y las almohadillas de sus patas, lo que los hace más vulnerables al clima extremo.

Identificación de síntomas: ¿Cuándo actuar?
El reconocimiento temprano de las señales de alerta es vital para la supervivencia del animal. Los especialistas coinciden en que un golpe de calor en mascotas suele manifestarse a través de los siguientes indicadores:
- Jadeo excesivo y dificultoso: Es la señal más evidente de que el animal intenta enfriarse sin éxito.
- Hipersalivación: Producción de baba densa y pegajosa.
- Alteración del color de las mucosas: Encías y lengua de un tono rojo intenso, azulado o muy pálido.
- Letargia y desorientación: El animal se muestra débil, se tambalea o se niega a caminar.
- Vómitos o diarrea: En casos avanzados, el estrés térmico afecta el sistema gastrointestinal.
Medidas de prevención fundamentales
Para proteger a los animales de compañía, es necesario implementar cambios en la rutina diaria que minimicen la exposición a las fuentes de calor. La prevención es la herramienta más eficaz contra los efectos del sol:
- Hidratación constante: El agua debe estar fresca, limpia y disponible las 24 horas. En días de calor extremo, se recomienda cambiarla con mayor frecuencia para mantener una temperatura agradable.
- Evitar horarios de riesgo: Los paseos deben limitarse a las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando el suelo está frío. Es crucial aplicar la «regla de los 5 segundos»: si no puedes mantener la palma de tu mano sobre el asfalto por ese tiempo, el suelo quemará las almohadillas de tu mascota.
- Nunca dejar al animal en vehículos cerrados: Incluso con las ventanillas parcialmente abiertas, la temperatura dentro de un coche puede aumentar 20°C en menos de diez minutos, convirtiéndose en una trampa mortal.
- Zonas de sombra y ventilación: Si la mascota permanece en exteriores, debe tener acceso obligatorio a áreas techadas y ventiladas.

Grupos de riesgo y primeros auxilios
Existen razas y condiciones que requieren una vigilancia especial. Los perros braquicéfalos (de hocico chato como Bulldogs, Pugs o Boxers), los animales obesos, los ejemplares senior y aquellos con pelajes oscuros o muy densos presentan una mayor predisposición al golpe de calor en mascotas.
Ante la sospecha de un colapso térmico, la prioridad es bajar la temperatura de forma gradual. Nunca se debe utilizar agua helada o hielos, ya que esto puede provocar una vasoconstricción peligrosa. Lo ideal es mojar al animal con agua templada, ventilarlo y trasladarlo de inmediato a un centro veterinario, incluso si parece haberse recuperado, para descartar daños internos.


















