Menor demanda laboral por el avance de la tecnología: las 5 carreras universitarias que no hay que estudiar en 2026, según la IA
Con la ayuda de ChatGPT, se establecieron las cinco profesiones que podrían verse perjudicadas debido al avance acelerado de la automatización, la digitalización y la inteligencia artificial.

El avance acelerado de la tecnología, la automatización y la inteligencia artificial está transformando de manera profunda el mercado laboral a nivel global. Muchas tareas que antes requerían intervención humana hoy pueden resolverse con software, algoritmos o sistemas automatizados, lo que reduce la demanda de ciertos perfiles profesionales.
En este contexto, elegir una carrera universitaria implica no solo vocación, sino también analizar las perspectivas de empleo a mediano y largo plazo. Según proyecciones basadas en el impacto de la IA, hay disciplinas que podrían enfrentar serias dificultades de inserción laboral en los próximos años.

Entre las carreras que presentan un panorama más complejo de cara a 2026 se destacan cinco: Contador público, Traductor, Diseñador gráfico tradicional, Filosofía y Letras y Administración de empresas con enfoque generalista. En todos los casos, no se trata de que desaparezcan por completo, sino de que la demanda se reduzca o se concentre en perfiles muy específicos y altamente especializados.
Por qué la IA desaconseja estudiar 5 carreras universitarias
La carrera de Contador público es una de las más afectadas por la automatización. Hoy existen sistemas capaces de realizar liquidaciones impositivas, balances, auditorías básicas y gestión contable con mayor rapidez y menor margen de error. Esto hace que el mercado requiera menos contadores tradicionales y más especialistas en análisis financiero, planificación estratégica o normativa compleja, áreas que no todos los graduados logran dominar.
En el caso del Traductor, el avance de herramientas de traducción automática basadas en inteligencia artificial cambió radicalmente el sector. Si bien aún se necesitan traductores humanos para textos técnicos, legales o literarios, la demanda general cayó, especialmente en traducciones simples, que hoy se resuelven de forma casi instantánea con software avanzado.

El Diseño gráfico tradicional también enfrenta un escenario desafiante. Plataformas con plantillas automáticas y generadores visuales impulsados por IA permiten a empresas y usuarios crear piezas gráficas sin conocimientos técnicos. Esto reduce las oportunidades para diseñadores que no se especializan en branding, experiencia de usuario o dirección creativa.
Por su parte, las carreras orientadas a Humanidades, como Filosofía y Letras, presentan dificultades crecientes en el mercado laboral. La inserción profesional suele concentrarse en la docencia o la investigación académica, sectores con cupos limitados y alta competencia. Además, la falta de formación técnica o digital complementaria dificulta la adaptación a las nuevas demandas del mercado.
Finalmente, Administración de empresas con un perfil generalista resulta cada vez menos atractiva para el mercado laboral. Las organizaciones buscan profesionales con habilidades concretas en datos, tecnología, finanzas o gestión digital, dejando atrás a quienes no cuentan con una especialización clara en un área estratégica.

















