Cuál es la canción de los 80s que permite probar el rendimiento de los auriculares

Auriculares. Foto: Unsplash.

Los auriculares se convirtieron en uno de los accesorios que no pueden faltar en cualquier mochila o cartera. Pero su amplia variedad de modelos y calidades juegan un rol fundamental en su rendimiento que muchas veces desconocemos. Para poner a prueba la calidad de estos dispositivos, que últimamente se volvieron esenciales, sólo basta con escuchar un tema de Tracy Chapman del año 1988. ¿Cuál sería la razón? La amplitud de frecuencia de esta canción.

Se trata de “Fast Car” que, de acuerdo con el investigador especializado en audio de la firma Harman, Sean Olive; esta canción es la indicada para poner a prueba la calidad de los auriculares ya su amplitud de frecuencia es capaz de lograr una medición completa.

Una canción que sirve para medir el rendimiento de los auriculares. foto: Unsplash.

El experto aseguró que este tema fue elegido por tener una de las señales de prueba más sensibles, cuya sensibilidad es capaz de detectar los problemas que puedan presentarse en parlantes y auriculares y esto se debe a su óptimo balance. Este balance se logra al armonizar las frecuencias de audio que van desde 20 Hz a los 20 kHz, el rango audible de un oído joven y sano.

Dentro de este rango se diferencian los graves de los agudos, los primeros se den entre los 20 y 250 Hz, mientras que los agudos van de 2 a 20 kMz. Sin embargo, si los niveles se encuentran por debajo de los 20 Hz, estos son denominados infrasonidos, mientras que aquellos que se encuentren por encima de los 20 kHz son llamados ultrasonidos, aunque ninguno es audible para el oído humano.

Según el experto, "Fast car" es una buena herramienta para medir la calidad de los auriculares por su gran amplitud de tonos. Foto: Unsplash.

Te puede interesar:

La revolución de los auriculares: estos dispositivos ya no irán más en los oídos

Una canción como medidor de calidad

De acuerdo con el experto, el álbum de Tracy Chapman lanzado en 1988 contaba con una composición que involucra todos los tonos, desde los graves más bajos hasta los sobretonos más altos, que se pueden diferenciar entre ellos sin inconveniente en cualquier parlante.

Para comprobar la calidad de los auriculares, dentro de los tonos de Fast Car, se deben buscar los bajos, el bajo eléctrico y un bombo, como primera prueba, y luego los platillos. Si estos se escuchan nítidamente, los auriculares son de buena calidad, pero en cambio, si son estridentes la calidad está dejando que desear.