Comportamiento felino: ¿Por qué los gatos aman meterse en cajas de cartón?
Lejos de ser un simple capricho, la fascinación de los gatos por las cajas responde a instintos mucho más profundos y ancestrales. La explicación de los expertos.

Son siempre un misterio, incluso para quienes conviven con ellos: los gatos y sus comportamientos suelen ser muy diferentes a los de los perros e incluso despiertan fascinación en quienes pasan largas horas junto a ellos.
En ese sentido, causa curiosidad ver el “enamoramiento” que los gatos sienten por las cajas, ya sea de cartón y hasta de otros materiales. Y como es un comportamiento que suele resultar tan llamativo como entrañable, muchas veces se lo fomenta. Pero hay que entender que tiene raíces mucho más profundas que un simple juego.
¿Qué significa que tu gato se meta en una caja?
Según especialistas consultados por Popular Science, las cajas serían como refugios que le ofrecerían protección, control del entorno y una gran reducción del estrés a los gatos.

Es decir, no se reduce a un capricho de un gato de querer meterse sí o sí dentro de una caja, sino que responde a necesidades instintivas que se manifiestan desde los primeros días de vida.
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Los expertos señalan que, incluso cuando cuentan con juguetes costosos o camas diseñadas especialmente para ellos, los gatos tienden a preferir las cajas porque satisfacen su impulso innato de resguardo.
Esta preferencia está estrechamente ligada a su evolución: en libertad, los felinos dependen de espacios cerrados y protegidos para descansar sin ser vistos, acechar presas o evitar depredadores. Dentro del hogar, una caja reproduce ese entorno seguro que les permite observar y vigilar sin sentirse expuestos.

Por tanto, cualquier gato hogareño puede beneficiarse de una caja bien ubicada. Su función va mucho más allá del entretenimiento ocasional: actúa como un refugio que favorece la estabilidad emocional y territorial.
Y frente a esto, una caja vacía donde el animal pueda meterse llegaría a contribuir significativamente al bienestar diario de él, especialmente en hogares donde conviven varios gatos o hay estímulos constantes.
Lo que puede generar una caja en el hogar
La inclinación por los espacios cerrados también se origina en la etapa temprana de la vida felina. Danielle Gunn-Moore, profesora de medicina felina en la Universidad de Edimburgo, relata que las madres eligen lugares tranquilos y cubiertos para parir, lo que constituye la primera experiencia de seguridad de los gatitos.
Estudios citados por Popular Science muestran que los gatos recién rescatados reducen sus niveles de cortisol cuando disponen de cajas en su nuevo entorno, lo que evidencia su impacto directo en la disminución del estrés.

En esa misma línea, la llegada de una caja introduce una novedad en un territorio que el gato conoce al detalle. Esto despierta su curiosidad y le brinda una oportunidad de explorar, esconderse o acechar. Sin embargo, la forma en que un gato utiliza estos refugios puede decir mucho sobre su estado emocional. Un felino que entra y sale jugando demuestra confianza, mientras que uno que permanece quieto y alerta puede estar atravesando miedo o estrés.
El vínculo con las cajas también está influido por las experiencias de socialización temprana. Gatos con vivencias positivas suelen adaptarse mejor a los cambios; en cambio, aquellos con antecedentes difíciles pueden recurrir más a los refugios. Aun así, los especialistas advierten que esconderse de manera constante puede ser señal de un problema de adaptación o estrés persistente. En esos casos, consultar con un veterinario o un profesional en comportamiento felino es fundamental para asegurar una mejor calidad de vida.














