Mitos y costumbres de la Navidad: por qué el arbolito se debe cambiar cada 7 años
Este elemento es el centro de atención en todos los hogares durante las fiestas, y según las tradiciones, se arma y se enciende cada 8 de diciembre.

Con la llegada de la Navidad 2025, muchas familias se preparan para el armado del clásico arbolito. Se trata de uno de los símbolos más importantes de estas fechas, por lo que tiene un protagonismo total en la decoración.
El árbol navideño es el centro de atención durante las fiestas, y según las tradiciones, se arma y se enciende cada 8 de diciembre, en la celebración del Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, que también marca el solsticio de invierno en el norte.

Hay personas que se adelantan y arman el árbol de Navidad desde mediados de noviembre o el primero de diciembre, pero debe encenderse recién el mismo 8, de acuerdo con las tradiciones.
Por supuesto, en países del norte como Estados Unidos, se suele ver en las películas que el árbol de Navidad es un pino natural, lo que los lleva a renovarlo cada año sin excusa. Las familias eligen el árbol que van a decorar en sus hogares.

¿Es mala suerte no renovar el árbol de Navidad cada 7 años?
Entre las creencias populares se dice que el árbol de Navidad se debe renovar cada 7 años y cada año se le debe agregar un adorno nuevo. Por supuesto que la cuestión económica es determinante en estos casos.
Se cree que si no se cambia el árbol de Navidad a los 7 años, habrá mala suerte y estancamiento, ya que este elemento es símbolo de prosperidad, abundancia, crecimiento y alegría.

¿Hay que lavar el árbol de Navidad?
La acumulación de polvo en los árboles artificiales puede provocar alergias y hasta ataques de asma. A su vez, la suciedad favorece la presencia de ácaros e insectos.
En casos más extremos, al estar guardados durante el mayor tiempo del año en cajas de cartón, los arbolitos pueden desarrollar moho, el cual podría causar reacciones alérgicas.
El sitio Nye aconseja quitar el polvo por completo del arbolito de Navidad al ser sacado de su empaque luego de estar guardado. Aunque no se necesita lavarlo bajo agua, es una buena opción rociarlo con alguna solución de agua y alcohol para desinfectarlo. Se recomienda hacerlo cada vez que se saca de la caja para armarlo.














