Un destino rural donde se celebra el alfajor artesanal argentino: está cerca de CABA y es ideal para conocerlo en familia

A poco más de dos horas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se encuentra Rawson, una pequeña localidad del partido de Chacabuco que cada año se convierte en el epicentro de la repostería artesanal.
Con sus calles tranquilas, casas bajas y plazas históricas, el pueblo ofrece un viaje al pasado y una experiencia cultural y gastronómica que atrae a turistas de toda la región.

Una escapada accesible para un fin de semana en familia
Rawson está ubicada a 160 kilómetros de la Capital Federal, con acceso por la Ruta Nacional 7 y la Ruta Provincial 51. La localidad también se encuentra cerca de Junín y San Antonio de Areco, lo que permite combinar la visita con otros destinos turísticos de la región.
El paisaje que rodea al pueblo se caracteriza por la llanura pampeana, extensos campos y amplios horizontes que destacan al atardecer. Su clima templado y la tranquilidad del entorno hacen de Rawson un destino ideal para quienes buscan descanso, contacto con la naturaleza y recorridos culturales por la historia local.
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Rawson conserva vivas las costumbres rurales, con celebraciones patronales, ferias artesanales y encuentros comunitarios que refuerzan la identidad del pueblo. Sus habitantes son reconocidos por la hospitalidad con que reciben a los visitantes, creando un ambiente cálido y familiar.

La Fiesta del Alfajor Artesanal: el dulce protagonista
El evento más destacado del calendario local es la Fiesta del Alfajor Artesanal, que reúne a productores, reposteros y turistas en torno a una de las preparaciones más queridas de la gastronomía argentina.
Durante la celebración, los asistentes pueden recorrer stands, degustar alfajores de distintos sabores, participar en concursos, disfrutar de espectáculos en vivo y conocer de cerca el trabajo de emprendedores locales.

Esta fiesta se consolidó como un sello distintivo de Rawson, ofreciendo una experiencia que combina tradición, creatividad y gastronomía, y consolidando al pueblo como un destino imperdible para quienes buscan una escapada dulce cerca de la Capital Federal.
Con su arquitectura clásica, calles de tierra y ritmo pausado, Rawson transmite la sensación de un lugar detenido en el tiempo. Su combinación de historia, cultura, naturaleza y dulzura lo convierte en un destino ideal para disfrutar en familia, descubrir la tradición local y llevarse a casa una experiencia auténtica de la repostería artesanal argentina.