El pueblo que celebra la Fiesta Nacional de la Cereza y tiene las más deliciosas del país: paisajes deslumbrantes en la Patagonia

La gastronomía local rinde homenaje a esta fruta emblemática: en varios restaurantes se encuentran platos como trucha al limón con salsa de cereza, cordero al asador acompañado por ensalada de berries o guisos patagónicos bien contundentes.
Un pueblo patagónico marcado por la cereza. Foto: Argentina.gob.ar.
Un pueblo patagónico marcado por la cereza. Foto: Argentina.gob.ar.

Argentina guarda rincones donde la frontera se confunde con lagos compartidos y donde los veranos se tiñen de rojo gracias a los cerezos patagónicos. Aunque Ushuaia y El Calafate suelen acaparar la atención de los viajeros, existe un destino que funciona como un verdadero refugio para quienes buscan tranquilidad, cosechas frescas y vistas abiertas al lago Buenos Aires sin encontrarse con multitudes.

En plena provincia de Santa Cruz, un pueblo de unos 2.500 habitantes se ganó el título de Capital Nacional de la Cereza. Además de sus plantaciones, ofrece una propuesta de turismo agroecológico en un valle protegido del viento, ideal para vivir la Patagonia desde una perspectiva más serena, con foco en la sostenibilidad y la herencia tehuelche.

Los Antiguos, Santa Cruz. Foto: Instagram @frankjamit

Un pueblo patagónico marcado por la cereza

A solo 60 kilómetros al oeste de Perito Moreno, Los Antiguos se alcanza por la Ruta Nacional 43. El pueblo se asienta en un valle fértil a 200 metros sobre el nivel del mar y combina calles amplias, plazas con referencias a la cultura tehuelche y fincas que producen cerca de 1.500 toneladas de cerezas por año. Nacido como colonia agrícola en 1921, hoy concentra alrededor de mil viviendas.

Su mayor imán turístico es el imponente lago Buenos Aires, con sus 1.850 km² que lo convierten en el segundo más grande de Sudamérica. Sus orillas de arena volcánica invitan a descansar, hacer playa o practicar pesca de salmón chinook.

Los Antiguos, en la provincia de Santa Cruz. Foto: Argentina.gob.ar.

Desde el muelle municipal se pueden alquilar kayaks para remar hasta la frontera en un recorrido de dos horas que permite ver flamencos rosados. En enero, varias chacras abren sus puertas para que los visitantes puedan cosechar cerezas, siguiendo los datos de producción informados por el Ministerio de Agricultura.

Naturaleza, aventura y fiesta

Quienes prefieren la actividad pueden elegir entre varias opciones: ascender al cerro de la Cruz para obtener vistas panorámicas del lago y de los petroglifos tehuelches —que tienen unos 5.000 años—, hacer mountain bike por caminos fronterizos o salir a caballo por el Valle de los Antiguos.

Los Antiguos, en la provincia de Santa Cruz. Foto: Argentina.gob.ar.

En febrero, la Fiesta Nacional de la Cereza suma desfiles, propuestas gastronómicas y degustaciones gratuitas, todas organizadas por el municipio con cupos para resguardar el ecosistema del lago.

Sabores patagónicos con sello propio

La gastronomía local también rinde homenaje a esta fruta emblemática. En varios restaurantes se encuentran platos como trucha al limón con salsa de cereza, cordero al asador acompañado por ensalada de berries o guisos patagónicos bien contundentes.

Los Antiguos, en la provincia de Santa Cruz. Foto: Argentina.gob.ar.

También hay empanadas de salmón ahumado, postres de cereza con helado de yogur y vinos sureños que acompañan perfecto. Los desayunos en cabañas y hosterías suelen incluir yogur con granola de frutos rojos, huevos de campo y café preparado a la manera tradicional.