Llegar feliz a los 60 (y más): los 5 hábitos respaldados por Harvard que mejoran tu bienestar general

Un estudio académico liderado por la prestigiosa universidad estadounidense destacó conductas cotidianas que promueven el bienestar emocional y físico en la madurez.
Harvard revela cinco hábitos que te ayudan a sentirte mejor y más feliz después de los 60.
Harvard revela cinco hábitos que te ayudan a sentirte mejor y más feliz después de los 60.

Llegar a los 60 años suele marcar el inicio de una nueva etapa vital. Para algunos, puede significar el comienzo del retiro laboral, y para otros, la reorganización de rutinas, vínculos y prioridades. Es también un momento en el que afloran emociones complejas: nostalgia, incertidumbre, soledad. Frente a ello, surge una pregunta recurrente: ¿cómo sostener la felicidad en esta etapa?

Un estudio citado por Arthur C. Brooks, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard y referente en temas de envejecimiento y bienestar, ofrece algunas respuestas. En sus investigaciones, Brooks identifica cinco hábitos que favorecen una vida más equilibrada y satisfactoria en la madurez.

Alimentación; longevidad; envejecimiento. Foto: Unsplash.
Harvard revela cinco hábitos que te ayudan a sentirte mejor y más feliz después de los 60.

Cinco hábitos que promueven la felicidad después de los 60, según un estudio de Harvard

Los hábitos recomendados por Brooks no garantizan una vida sin obstáculos, pero sí ofrecen herramientas para transitarlos con mayor serenidad. El mensaje es claro: la felicidad en la vejez no es una meta inalcanzable, sino una construcción posible, día a día.

1.El poder del vínculo humano

Abrazo entre dos personas.
Harvard revela cinco hábitos que te ayudan a sentirte mejor y más feliz después de los 60. Foto: Pexels

La conexión emocional con otros es uno de los factores más influyentes en la percepción de felicidad. Brooks subraya que las relaciones estables y profundas, ya sean familiares, amistosas o amorosas, generan apoyo mutuo, consuelo en momentos difíciles y sentido de pertenencia. Pasar tiempo con personas con quienes se comparten intereses o experiencias vitales similares puede ser un ancla emocional esencial.

2.Cuidar la salud sin exigencias extremas

Alimentación saludable, longevidad. Foto: Freepik.
En caso de dudas sobre cómo llevar una alimentación saludable, consultar con un nutricionista o dietista.

No se trata de seguir dietas estrictas ni rutinas rígidas, sino de adoptar prácticas sostenibles: dormir bien, alimentarse con frutas y verduras, mantenerse hidratado y evitar el exceso de alcohol o el tabaco. Estas acciones cotidianas impactan no solo en el cuerpo, sino también en el estado de ánimo y la energía.

3.Mantener la mente activa

Actividad cerebro crucigrama. Foto Unsplash
Los crucigramas desafían el cerebro, activando áreas relacionadas con la memoria, el razonamiento y la concentración.

La estimulación intelectual es otra pieza fundamental. Leer, resolver crucigramas, escribir o aprender cosas nuevas permite mantener la mente despierta, mejorar la concentración y alimentar la curiosidad. Brooks afirma que estos pequeños desafíos cognitivos contribuyen a una mejor calidad de vida, sin necesidad de competir ni rendir cuentas.

4.Bienestar sin perfección

Psicólogos, cuarentena, AMBA
La terapia ayuda a manejar emociones intensas, traumas pasados y problemas como la depresión y la ansiedad.

Uno de los aportes más valiosos del estudio es el enfoque realista del bienestar. La felicidad no se plantea como un estado permanente, sino como un camino con altibajos. Aceptar las emociones difíciles y trabajar con ellas, en lugar de negarlas, permite construir un entorno emocional más sano y auténtico.

5.Tiempo para uno mismo

Tejer, lana, hacer crochet. Foto Pixabay.
El crochet requiere concentración y movimientos repetitivos, lo que puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad, similar a la meditación.

En la vorágine diaria, muchas veces se olvida la importancia del autocuidado. Reservar momentos para el descanso, la contemplación o simplemente para disfrutar de una actividad placentera fortalece el equilibrio interno y favorece la autoescucha.

En un mundo que muchas veces asocia el envejecimiento con pérdida o declive, este enfoque propone una mirada distinta: la madurez como una etapa de reflexión, conexión y bienestar genuino.