No puede faltar: el kit para la fiebre ideal si tenés niños en casa
Si hay niños en el hogar, es común que la fiebre aparezca cada tanto. Por eso, es ideal contar con un kit básico para mantener al niño hidratado y cómodo. ¿En qué consiste?

Si hay niños en una casa, el kit para la fiebre no puede faltar. En la mayoría de los casos, la fiebre se presenta como una respuesta natural del cuerpo ante posibles infecciones.
Los profesionales de la salud explican que la fiebre activa las defensas del organismo, pero necesita de atención para evitar cualquier complicación y que el niño esté siempre hidratado.
Respecto a la temperatura corporal, varía según la edad, la actividad y el momento del día. En los bebés, que el termómetro marque 38° C o más significa fiebre. En niños mayores también.

La temperatura de los niños puede cambiar según su edad, lo que estuvieron haciendo y la hora del día. En los bebés, se considera fiebre cuando la temperatura rectal llega a 38 °C o más. En los niños más grandes, también se toma como fiebre cuando el termómetro marca 38 °C o más en la boca, el oído o la frente.
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La medición en la axila suele dar valores un poco más bajos, por eso lo mejor es usar un termómetro digital para obtener un resultado más preciso.
Qué hacer si aparece fiebre en los niños
Si aparece fiebre en los niños, primero se debe mantener la calma y luego tomar las medidas de prevención para aliviar los síntomas, como por ejemplo:
- Hidratación constante: darle agua al niño, infusiones o caldos para evitar que se deshidrate.
- Ropa liviana: vestir al pequeño con ropa fresca y utilizar una manta liviana si siente escalofríos.
- Descanso: dejar que el niño duerma lo necesario para favorecer su recuperación.
- Monitoreo: observar la evolución de la fiebre y consultar al pediatra si persiste y no baja.
El kit de fiebre ideal para tener en casa
- Termómetro digital: permite medir la temperatura con precisión.
- Paracetamol e ibuprofeno pediátricos: deben administrarse según la dosis recomendada para la edad y el peso del niño.
- Jeringa dosificadora o vaso medidor: ayudan a dar el medicamento en la cantidad exacta.

- Soluciones de rehidratación oral: útiles para prevenir la deshidratación en casos de vómitos o diarrea.
- Sueros o supositorios: recomendados cuando el niño no tolera medicamentos por vía oral.
- Cuaderno o registro: sirve para anotar los horarios de cada medicación y seguir la evolución de la fiebre.
- Toallas o paños húmedos: permiten aplicar compresas tibias para ayudar a bajar la temperatura si es necesario.



















