La misión Libélula, utilizará el primer robot volador equipado con instrumentos para la identificación de moléculas orgánicas. Tendrá autonomía para volar a diferentes puntos la luna planetaria y explorar su paisaje.
Por Canal26
Domingo 15 de Agosto de 2021 - 08:55
Dragonfly (NASA)
Titán, la mayor luna de Saturno, despertó la curiosidad de científicos espaciales y es por ello que buscarán a través de una misión, dar con pistas sobre cómo pudo haber surgido la vida en nuestro planeta.
La misión, Libélula (Dragonfly), la llevará adelante el primer robot volador equipado con instrumentos para la identificación de moléculas orgánicas.
Titán es más grande que el planeta Mercurio y es la segunda luna más grande de nuestro sistema solar.
Debido a que está muy lejos del Sol, su temperatura superficial es de alrededor de -179 ºC. Su presión superficial también es un 50 por ciento más alta que la de la Tierra. Tiene una atmósfera basada en nitrógeno como la Tierra. Pero tiene nubes y lluvias de metano que provocan ríos y lagos de esa sustancia.
Los científicos creen que bajo su corteza helada puede haber un océano de agua: “Es un medioambiente que sabemos que tiene los ingredientes para la vida”, dijo Elizabeth Turtle, investigadora del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins a cargo del programa.
Científicos creen que bajo la corteza helada de Titán, la luna mayor de Saturno, puede haber un océano de agua (NASA)
La investigadora planetaria Amanda Hendrix, una de la líderes del nuevo programa de exploración de mundos oceánicos de la NASA (Roadmaps to Oceans World Group), explicó que objetos como Titán “representan la mejor posibilidad, en nuestro sistema solar, de encontrar vida".
De hecho, el año pasado, una investigación científica pareció darle la razón a Hendrix, ya que colegas suyos de la Agencia Espacial de EEUU identificaron una molécula en la atmósfera de Titán que nunca se había detectado en ninguna otra atmósfera, que puede ser un precursor de compuestos más complejos que podrían formar o alimentar una posible vida: ciclopropenilideno, o C3H2.
Es por ello, que la NASA decidió revitalizar un viejo sueño de llevar un robot a Titán para explorar con más precisión las observaciones tomadas a 3000 millones de kilómetros de la Tierra.
Titán, la mayor luna de Saturno es una apuesta mayor para la NASA
En ese marco, fue anunciada la nueva misión espacial Dragonfly o Libélula, un dron de ocho motores que será lanzado en 2026 para llegar a destino recién en 2034.
Durante su misión de 2,7 años, Dragonfly explorará diversos entornos, desde dunas orgánicas hasta el suelo de un cráter de impacto donde el agua líquida y los materiales orgánicos complejos.
Sus instrumentos estudiarán hasta dónde puede haber progresado la química prebiótica. También investigarán las propiedades atmosféricas y de la superficie de la luna y sus depósitos submarinos de líquidos y océanos.
La luna de Saturno, alberga numerosos lagos pequeños (NASA)
También, los instrumentos buscarán evidencias química de vida pasada o existente. Dragonfly aterrizará en los campos de dunas ecuatoriales “Shangri-La” y explorará durante un día (equivalente a 16 días terrestres) esta región en vuelos cortos.
Finalmente alcanzará el cráter de impacto Selk, donde hay evidencias de agua líquida pasada, sustancias orgánicas, moléculas complejas que contienen carbono, combinadas con hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, y energía, que juntas conforman la receta de la vida.
“Titan es diferente a cualquier otro lugar en el sistema solar, y Dragonfly es como ninguna otra misión”, indicó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de Ciencia de la NASA en la sede de la agencia en Washington.
“Es sorprendente pensar en este helicóptero volando millas y millas a través de las dunas de arena orgánica de la luna más grande de Saturno, explorando los procesos que dan forma a este entorno extraordinario. Dragonfly visitará un mundo lleno de una gran variedad de compuestos orgánicos, que son los bloques de construcción de la vida y podrían enseñarnos sobre el origen de la vida misma”, sumó.
El equipo científico de Dragonfly ha publicado esta semana las metas y objetivos de la misión en la revista especializada The Planetary Science Journal: Los objetivos incluyen la búsqueda de biofirmas químicas; investigar el ciclo activo del metano de la luna; y explorar la química prebiótica que tiene lugar actualmente en la atmósfera de Titán y en su superficie.
“Las preguntas científicas que tenemos para Titán son muy amplias porque todavía no sabemos mucho sobre lo que realmente está sucediendo en la superficie. Por cada pregunta que respondimos durante la exploración de la misión Cassini de Titán desde la órbita de Saturno, obtuvimos 10 nuevas”, afirmó Alex Hayes, profesor asociado de astronomía en la Facultad de Artes y Ciencias y co-investigador de Dragonfly.
Representación artística de Kraken Mare, el gran mar de metano líquido en la luna Titán de Saturno. (NASA)
Cassini ha estado en órbita alrededor de Saturno durante 13 años, pero la espesa atmósfera de metano en Titán hizo imposible identificar de manera confiable los materiales en su superficie.
La sonda Huygens, que aterrizó en Titán en 2005, fue diseñada para flotar en un mar de metano / etano o aterrizar en una superficie dura: “Lo que es tan emocionante para mí es que hemos hecho predicciones sobre lo que está sucediendo a escala local en la superficie y cómo funciona Titán como sistema y las imágenes y medidas de Dragonfly nos dirán en qué medida son correctas o están equivocadas”, aseguró Hayes.
“Mis principales intereses científicos son entender a Titán como un mundo complejo parecido a la Tierra y tratar de comprender los procesos que están impulsando su evolución. Eso implica todo, desde las interacciones del ciclo del metano con la superficie y la atmósfera, hasta el enrutamiento del material por toda la superficie y el posible intercambio con el interior”, remarcó.
La baja gravedad de Titán (alrededor de una séptima parte de la de la Tierra) y su atmósfera espesa (cuatro veces más densa que la de la Tierra) lo convierten en un lugar ideal para un vehículo aéreo. Si bien el equipo científico no espera lluvia durante los vuelos de Dragonfly, Hayes señaló que nadie conoce realmente los patrones meteorológicos a escala local en Titán, todavía.
Muchos de los compuestos químicos prebióticos que se formaron en la Tierra primitiva también se forman en la atmósfera de Titán. Es por ello que investigarán posibles biofirmas químicas, pasadas o presentes, tanto de la vida acuática como de la que podría utilizar hidrocarburos líquidos como disolvente, como en sus lagos, mares o acuíferos.
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