El día que Walt Disney comió un asado en Moreno

Lo que parece un episodio sacado de sus propias historias sucedió muchas décadas atrás. A qué vino y cómo se gestó la icónica foto del creador del ratón más famoso degustando un hueso de carne.
Un episodio sacado de una historia de ficción
Un episodio sacado de una historia de ficción Foto: Lugares

Walt Disney estuvo en la Argentina y sí, también comió un asado vestido de gaucho como un hombre de campo más. ¿Cómo llegó a este país uno de los hombres más famosos de la historia y cómo terminó gestándose una postal que hoy en día sigue generando revuelo y sorpresa?

Hay anécdotas que necesitan de pruebas para no perderse en el olvido y no solo quedar como un mito del que le es imposible salir. Eso fue lo que pasó con el creador del famoso ratón Mickey Mouse, quien hace más de 80 años pasó con el país de las vacas, el mate y el asado.

Florencio Molina Campos en Río de Janeiro para conocer a Walt Disney Foto: Gentileza ArtexArte

Una visita internacional

En 1941, mientras el mundo ardía en guerra, Walt Disney llegó al país como parte de una gira diplomática y artística. Pero un día dejó atrás los salones del Alvear para buscar una esencia típica del lugar que las excentricidades no podían darle y se internó en el campo bonaerense. Terminó en el rancho “Los Estribos”, en Moreno. Ahí encontró lo que buscaba: gauchos, doma, mate, doma, guitarras y comida típica.

Comió asado de cuero con la mano, tomó mate, escuchó guitarras criollas y hasta bailó una chacarera. Se vistió de gaucho y lo montaron a caballo. Dicen que parecía más criollo que los criollos.

Florencio Molina Campos en Río de Janeiro para conocer a Walt Disney Foto: Gentileza ArtexArte

La fama internacional del artista Florencio Molina Campos era innegable, llevando a Disney a viajar a estas tierras. Paradojas del destino, cuando Disney llegó al país, el artista se encontraba en Estados Unidos, por lo que fue recibido en la estancia por la esposa de Molina Campos: María Elvira Ponce Aguirre. La visita tenía un propósito que era el de convencer a Florencio para que sea su asesor en una película sobre la vida y costumbres en América del Sur.

Florencio Molina Campos en Río de Janeiro para conocer a Walt Disney Foto: Gentileza ArtexArte

Una sociedad que no perduró

Tiempo después los artistas lograron verse cara a cara en Río de Janeiro para que Florencio termine aceptando y en 1942 se transformó en el techincal advisor de las películas de “El gaucho reidor” y “Goofy se hace gaucho”. Las diferencias no tardaron en aparecer, Molina Campos se encontró con que el proyecto estaba demasiado avanzado y lo que le vio no le gustó para nada, ya que, por ejemplo, el Gaucho Goofy tenía una vestimenta que mezclaba la esencia gauchesca, con toques mexicanos y cowboys del país del norte.

Florencio Molina Campos en Río de Janeiro para conocer a Walt Disney Foto: Gentileza ArtexArte

El multiculturalismo forzado de Goofy tenía un trasfondo político y es que en plena Segunda Guerra Mundial, Argentina continuaba en posición de “neutral” y por ello desde los estudios Disney decidieron que lo mejor era que la cultura sudamericana sea vista por los ojos de los estadounidenses. La renuncia de Florencio no tardaría en llegar y el proyecto terminó acortándose con dos películas: Saludos, amigos (1942) y Los Tres Caballeros (1944) y los cortos bautizados como El gauchito volador.

Pese a que el proyecto no salió como se esperaba, se puede decir que Disney fue argentino por un rato y no hay dudas de que lo disfrutó a lo grande.

Cuando Argentina intentó tener su propio Hollywood: la historia trunca de “Ciudad Gaucha”

¿Alguna vez te pusiste a pensar cómo se vería un Hollywood en Argentina? El proyecto existió y estuvo cerca de concretarse, pero por distintos hechos quedó en la nada. Cómo surgió la idea y dónde en qué parte del país se soñaba con este proyecto fílmico que pudo darle pelea a las grandes producciones.

Una idea ambiciosa que buscaba transformar a Moreno en la meca del cine sudamericano. La iniciativa fue impulsada por la productora “Imágenes Argentinas”, adquiriendo 338 hectáreas en La Reja para construir un complejo cinematográfico de primer nivel.

Con los años, el sueño de "Ciudad Gaucha" solo es recordado por algunos recortes y videos antiguos de la época Foto: AGN

Los anuncios proyectaban que la ciudad de cine se instalaría en Avenida Carlos Gardel, en un predio elegido por su clima favorable y su amplitud territorial, permitiendo construir escenarios de gran magnitud. Ciudad Gaucha fue bautizada así tras un concurso público y la propuesta fue presentada en un cocktail en el Plaza Hotel, ante un auditorio colmado de empresarios y figuras del espectáculo.

Para la década del 40, Argentina competía con México por el liderazgo del cine en habla hispana, y el modelo de Hollywood había servido de inspiración para la organización del negocio. Para eso, Juan Domingo Perón, entonces presidente, promovió leyes para fortalecer la producción de películas nacionales, con incentivos a las productoras y restricciones a la importación de filmes extranjeros.

El sueño trunco de un Hollywood en Argentina Foto: AGN

Si bien el proyecto intentó prosperar, nunca llegó a materializarse, ya que enfrentó problemas financieros y la falta de infraestructura adecuada. Para comienzos de la década del 50,el sueño ya estaba en el olvido y el crecimiento urbano de la zona terminó por borrar los pocos vestigios que quedaron del proyecto.