Shakespeare, ¿un mentiroso?: una investigación afirma que no escribió Romeo y Julieta

La vida de William Shakespeare sigue siendo motivo de debates y polémicas tras siglos después de su muerte. Incluso hay quienes creen fervientemente que no es el autor de Romeo y Julieta. Nacido en 1564 y fallecido en 1616, aún no está del todo claro si existió un autor fantasma o una comunidad de escritores detrás de todos sus títulos.
Quienes dudan sobre si William Shakespeare es el verdadero autor de Romeo y Julieta afirman que en realidad son el fruto del trabajo colectivo. Es decir, un conjunto de personas singulares que se escondieron detrás de la figura de este hombre en busca del éxito.
Esto comenzó a tomar forma por primera vez en 1848 cuando Joseph C. Hart cuestiona la autenticidad de su obra proponiendo a un grupo de intelectuales encabezados por Sir Francis Bacon como los verdaderos escritores.

¿Un autor fantasma?
Por otro lado, está quienes afirman que el verdadero escritor fue Christopher Marlowe, autor de Doctor Faustus y contemporáneo a Shakespeare. La idea base sobre esto es que el hombre no murió en 1593 como se cree, sino que fingió su muerte y continuó escribiendo desde el anonimato.
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¿Por qué se afirma esto? Se debe a las similitudes que guardan las obras de Marlowe y las primeras piezas adjudicadas a Shakespeare, lo que hace que la teoría siga vigente.
Romeo y Julieta: la verdadera historia
La leyenda de los jóvenes amantes enfrentados por la rivalidad entre sus familias ya circulaba en Italia desde siglos antes. Hay antecedentes similares en la antigua Grecia. Personajes como Mariotto y Gianozza, o Giulietta y Romeo, sirvieron como base para distintas versiones que, con el tiempo, inspiraron a Shakespeare.

Los Capuleto y los Montesco, nombres que aparecen por primera vez en la Divina Comedia de Dante, fueron adoptados en una de las versiones italianas más cercanas al relato que conocemos hoy. Si bien nunca existieron personas reales con estas historias, la fuerza del relato trascendió generaciones. Miles de turistas visitan la famosa "Casa de Julieta" en Verona, sabiendo que se trata de una ficción, pero movidos por el poder simbólico de este amor imposible.
La historia refleja cómo el amor verdadero puede surgir incluso en contextos de violencia, odio y rivalidad familiar. Shakespeare plantea preguntas sobre el destino, la juventud, el conflicto entre generaciones y las decisiones impulsivas. El desenlace trágico, con la muerte de los protagonistas, sirve como crítica a los prejuicios sociales que impiden la reconciliación y la paz.