Crece la presencia de barcos chinos en Sudamérica: preocupación por el avance de su amplia flota pesquera

Pescadores ecuatorianos volvieron a alertar sobre la presencia de decenas de embarcaciones cerca del límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Galápagos. Las actividades ilícitas o violaciones de derechos humanos que generan su presencia.
Pesca ilegal en Sudamérica.
Pesca ilegal en Sudamérica. Foto: EFE (Marcos Pin)

Una red extensa y parcialmente opaca sostiene las operaciones de pesca ilegal, No Declarada y No Reglamentada (INDNR) en las costas de Sudamérica, especialmente por parte de la flota pesquera de China.

La red permite que miles de embarcaciones se mantengan activas más allá del alcance de las autoridades nacionales y regionales, evadiendo controles, debilitando la soberanía de los Estados ribereños, depredando los recursos marinos del Atlántico Sur y océano Pacífico.

Pescadores ecuatorianos volvieron a alertar sobre la presencia de decenas de barcos chinos cerca del límite de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Galápagos.

Según el medio especializado ‘Bitácora Ambiental’, al 27 de julio de 2025, barcos como el Haideli708 estaban a tan solo 60 millas de la ZEE insular, operando junto a decenas de embarcaciones similares que aún no ingresaron a aguas jurisdiccionales ecuatorianas, pero que sí pescan en su borde exterior.

Pesca ilegal en Sudamérica. Foto: Unsplash.

Si bien técnicamente esas actividades no constituyen un delito, se enmarcan en las categorías de pesca no reglamentada y no declarada, lo que implica que no se conoce con certeza qué especies y en qué volúmenes se capturan.

La ausencia de regulación y transparencia causa impactos ambientales y económicos: dificulta el diseño de cuotas de pesca sostenibles y desplaza a pescadores artesanales que dependen de los mismos recursos, como el calamar gigante o pota.

Actividades ilícitas o violaciones a derechos humanos

Un reciente estudio de ‘C4ADS’ revela que el 69% de los barcos calamareros que operaron entre 2021 y 2024 frente a Sudamérica están vinculados a flotas con antecedentes de actividades ilícitas o violaciones a derechos humanos.

Entre los actores offshore que permiten que la flota calamarera china permanezca operativa durante largos periodos en altamar destacan tres tipos de embarcaciones.

Los reefers o buques frigoríficos se encargan de transferir carga pesquera, suministros y tripulación sin necesidad de que los pesqueros regresen a puerto.

Los tankers o buques tanque proporcionan combustible directamente en el mar, lo que reduce aún más la exposición de la flota a inspecciones en tierra.

Pesca ilegal en Sudamérica. Foto: Unsplash.

Por último, los FOBs o bases pesqueras flotantes, buques registrados como pesqueros, pero que funcionan como hospitales, centros de coordinación y apoyo logístico.

En tierra, los port agents o agentes portuarios desempeñan un rol clave al gestionar permisos, documentación y logística para estos buques.

En Perú, la empresa Agental Perú facilitó el ingreso de barcos de interés sin que se registren adecuadamente sus antecedentes.

En Uruguay, el puerto de Montevideo fue identificado como uno de los más usados por la flota INDNR por la falta de controles sistemáticos, especialmente entre 2021 y 2023.