Reino Unido y Chile, socios cada vez más cercanos: la alianza que incomoda a la Argentina por las Islas Malvinas

Durante la Guerra de Malvinas en 1982, Chile jugó un papel clave como aliado encubierto del Reino Unido al facilitarle apoyo logístico y de inteligencia militar. Es por eso que la reciente visita de una delegación de empresarios y funcionarios de las Islas Malvinas a Chile, preocupa a Argentina.
El acercamiento entre Londres y Santiago en el Atlántico Sur responde a la consolidación de una red estratégica británica que combina intereses económicos con objetivos de proyección militar en la región.

En este escenario, el puerto de Punta Arenas se consolida como un punto estratégico. En los últimos años, la ciudad brindó apoyo logístico a operaciones británicas en la Antártida, recibiendo buques de la Royal Navy, como el HMS Protector, y vuelos de aeronaves militares, entre ellas el Airbus A400M Atlas en la Base Aérea de Chabunco.
Estos movimientos, ahora potenciados por los vínculos comerciales con las Malvinas, refuerzan el papel de la Patagonia chilena como plataforma de proyección de Londres hacia el Atlántico Sur y la Antártida.
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Chile, un aliado fundamental para el Reino Unido
La relevancia de Chile para la estrategia británica es central, ya que el país europeo basa su despliegue en una red logística flexible que aprovecha aeropuertos y puertos de la región sin necesidad de establecer nuevas bases permanentes. Documentos recientes registran vuelos del Airbus A400M entre Santiago y la base de Monte Agradable, en Malvinas, con escalas en Montevideo.

Esta operatoria garantiza al Reino Unido una proyección sostenida que se complementa con la infraestructura militar consolidada en las islas, donde mantiene cazas Eurofighter Typhoon, tropas Gurkhas, patrulleros como el HMS Forth y modernos sistemas de defensa aérea.
De este modo, Chile tiene una postura contraria a la posición histórica de América Latina, que insta a negociaciones bilaterales entre Argentina y Reino Unido sobre la soberanía del archipiélago. El país actualmente presidido por Gabriel Boric defiende el acercamiento con las Malvinas bajo argumentos económicos: diversificación comercial, acceso a energías renovables y mayor integración regional.