Una tradición que viene de la Edad Media: cómo es el concurso que premia la cara “más fea” de Inglaterra
Todos los años, desde la Edad Media, en la ciudad de Egremont, condado de Cumbria, Reino Unido, tiene su edición el Campeonato Internacional de Muecas. Como su nombre lo indica, los residentes de este pueblo de casi 6 mil habitantes se reúnen para hacer las caras más grotescas que puedan.
La gimnasia facial -conocida como gurning- es el tema central de los Campeonatos Mundiales de Gurning, una especie de concurso de belleza al revés y una antigua tradición en el norte de Inglaterra.
Los competidores no tienen permitido utilizar las manos, ayudas artificiales ni maquillaje excesivo. Sin embargo, pueden aumentar el efecto dramático de sus muecas “agitándose en el escenario y haciendo ruidos salvajes, como de animales”, según las normas oficiales.
Los concursantes son juzgados por “lo grotesco de la mueca y el grado en que cambian sus rasgos faciales”. Los mejores gurners son personas creativas, con músculos faciales flexibles y falta de inseguridad en sí mismos.
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Para que sea válido, los participantes que deseen conquistar al público, y al jurado, deben poner alrededor de su rostro un collar de caballo y luego hacer sus gestos más despampanantes durante 4 minutos.
Una tradición muy importante en Inglaterra
Hay quienes creen que quienes que compiten lo hacen por dinero, aunque el vencedor solo tiene como premio una módica suma de 200 libras esterlinas. También están quienes desean romper un récord al participar en varios concursos mundiales, pero esos no son la mayoría. La realidad es que los habitantes de Egremont participan anualmente simplemente por la gloria.
Y definitivamente es importante para ellos. Por ejemplo, Peter Jackson se arrancó parte de la dentadura para tener una mayor flexibilidad en su rostro. Sí, todo para realizar muecas más extrañas.
Anne Woods es otro caso. La mayor ganadora de la historia, con 28 trofeos, se desmayó luego de aguantar 4 minutos haciendo el mismo gesto y tuvo que ser llevada al hospital por una descompensación, durante el campeonato de 2010. Es que los participantes tienen que aguantar todo ese tiempo mientras hacen su mueca para que sea válida y así convencer al jurado. No fue en vano, Anne ganó aquella edición.
Se cree que este torneo empezó por casualidad, cuando en dicha feria los habitantes comían manzanas silvestres y luego realizaban gestos raros por la gran acidez de éstas. Claramente, cada persona que probaba esta fruta ponía su cara más grotesca posible pero por mero instinto. Luego, llegó la competición.